Soy Rebelde #SR1

Capitulo 1

Me desperté con el precioso sonido del despertador, ansiosa por empezar un nuevo dia de instituto.

Nótese mi sarcasmo.

Abrí mis ojos azules, me desperecé brevemente y me levanté de la cama.

Lo primero que hice fue darme una ducha. El agua fría me ayudó a despejarme.

Al salir de la ducha me vestí y peiné rápidamente.

Salí de mi cuarto y bajé a la cocina, donde mi madre ya se encontraba desayunando.

—Buenos días mamá —dije mientras le daba un beso en la mejilla.

—Buenos días cariño, vas a llegar tarde si no te das prisa —dijo ella mirándome con reproche.

Miré la hora y ví que tenía razón, por lo que salí de casa corriendo después de devorar mi desayuno y me fui con mi bicicleta al instituto. Diez minutos más tarde llegué, dejé amarrada mi bicicleta a un poste, y me acerqué a mis dos amigas que hablaban animadamente en la entrada del instituto.

Las había conocido hacía unos meses, cuando me mudé a este pueblo con mis padres en verano. Nos conocimos en una fiesta y las tres nos hicimos grandes amigas. Ellas llevaban toda su vida viviendo aquí, pero yo tan solo unos meses. Ya era Septiembre, y llevaba asistiendo al instituto del pueblo dos semanas.

—¡Hola chicas! —les saludé

—¡Hola! —dijeron mis dos amigas a la vez

Nos dimos dos besos cada una y un abrazo, y empezamos la charla de todas las mañanas.

—Ha llegado un chico super mono al colegio — dijo Jessica— Te lo tengo que presentar Emily.

—Tú siempre tan ligona como siempre Jess — me reí

—Es que los chicos de este instituto son tan guapos —dijo dramatizando cada palabra y gesto que hacía mientras Lily y yo nos partíamos de risa.

De pronto sonó el timbre, y tuvimos que irnos a clase; Jess y yo a la nuestra y Lily a la suya.

La tres primeras horas se me pasaron muy rápido, dado que me entretenía viendo como Jessica babeaba por el chico nuevo que acababa de llegar hoy.

Al fin sonó el timbre anunciado el descanso y suspiré aliviada.

—Menos mal que se han acabado las clases —le dije a Jessica— ya me estaba aburriendo de ver como mirabas con cara de boba al chico nuevo.

—Ja, ja, ja, muy gracioso —bufó Jessica mientras yo me reía.

Nos encontramos con Lily, a la que le seguían varios chicos, como siempre. El inconveniente de ser tan guapa. Siempre estaban intentando ligar con ella al momento que la veían.

Tenía a todos los chicos detrás de ella, pero sin embargo ella no quería tener ninguna relación.

—Dejadme en paz, por favor —dijo Lily a los chicos perdiendo la paciencia.

—Preciosa, ya sabes que no nos rendiremos hasta que aceptes salir con alguno de nosotros —dijo uno de los simios de dos neuronas.

—Estoy con mis amigas, por favor iros ya —dijo Lily, y por la expresión de su cara ví que iba a explotar y a empezar a partir la cara a esos chicos si no se iban.

—Eh, chicos — dije atrayendo su atención —El director está ahí mismo y cómo no os vayáis ya, le diré que no dejáis a Lily en paz.

Ellos siguieron insistiendo y las tres bufamos con impaciencia.

Cansada, cogí las manos de mis amigas y las obligué a entrar al baño de chicas.

—Ahora ya no nos pueden molestar. Se cansarán en poco y se irán. —dije yo con una sonrisa.

— Gracias Emily, me has salvado — dijo Lily sonriéndome de vuelta.

....

Después del instituto me despedí de mis amigas y me fui hacia mi bicicleta y empecé a desatarla.

— Hola guapa — oí una voz masculina a mis espaldas — ¿Quieres venir conmigo un rato?

Me quedé quieta un momento, y bufé, girándome hacia el chico.

—No me llames así — dije con voz firme — Aléjate de mi y no me vuelvas a hablar, pedazo de cerdo.

Y dicho eso cogí mi bicicleta y me fui pedaleando tan rápido como pude.

.....

Al llegar a casa mis padres no estaban, así que después de cambiarme la ropa a una más cómoda y hacerme un moño, me puse a hacer los deberes.

Al terminar me puse a ver la tele, cuando derrepente sonó el timbre.

Abrí la puerta y ante mis ojos se presentó un apuesto muchacho, que aparentaba tener mi edad. Su era pelo marrón, sus ojos marrones verdosos y tenía una sonrisa encantadora.

¿De qué me sonaba ese chico?

—Hola —dijo — ¿Esto es tuyo?

Me tendió mi móvil, haciéndome abrir los ojos con sorpresa.

—¡Sí! —exclamé incrédula — Se me habrá caído mientras iba en la bici, muchas gracias eh...

—Jorge —dijo sonriéndome

—Pues gracias Jorge —dije sonriendo yo también

—¿Tú eres Emily, no? —preguntó

—Sí, ¿cómo lo sabes? —pregunté extrañada

—Es que vamos al mismo instituto, a la misma clase de hecho — dijo sonriéndome mientras me miraba un poco nervioso

Ahora que lo miraba mejor, sí que me acordaba de él. Era el chico por el que Jess estaba babeando hoy, el chico nuevo.

Mira que eres despistada Emily, estás quedando como imbécil.

—Es verdad, —dije — tú eres el nuevo.

—Sí... —dijo rascándose la nuca — y también soy el nuevo vecino...

Febrero 2016
— Car