"La petición"

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La pequeña ave esperó todo el día a que su salvador saliera del edificio. Mientras aguardaba su llegada comió unos insectos que habían en un arbusto, se imaginaba como sería él con ella si lo llegara a conocer bien.
Después de la espera al fin apareció, parecía muy cansado.
La avecilla decidió seguirlo hasta su hogar y en el camino iba notando como era de bueno con los animales. Realmente quería mucho a la fauna y respetaba bastante la naturaleza.
Al llegar a la casa de Max y verlo entrar fue revolotiando a una ventana. Observó que tenía una hermana pequeña y al parecer vivía solo él, su mamá y la niña en aquel humilde hogar.
Se quedó mirando al joven horas y horas hasta que se quedó dormida, allí, en la ventana.
A la mañana siguiente Lucy despertó repentinamente justo cuando el humano iba a irse a clases.
Ella lo siguió todos los días, lo miró por el ventanal cada hora durante una semana y se dió cuenta de algo, de que...
Ella estaba enamorada de un humano.
Cada vez que lo veía recordaba como la había salvado de esa piedra. Sentía mariposas en su estómago como la gente en ocaciones.

-¡Oh Dios! ¿Por qué no puedo estar a su lado? ¿Por qué no nací en cuerpo de humano?- gritó a los aires- Te pido, te suplico que... ¡me conviertas en una chica!-.
Apareció del cielo un destello, un espíritu, era Dios.
-Concedo tu petición linda y pequeña pájara enamorada. Pero si por algo él te llega a tocar desaparecerás-.
A ella no le pareció la gran cosa y aceptó lo que le ofreció. Porque, al fin de cuentas, era lo único que podía hacer para poder estar con él.

La pájara que se enamoró.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora