—Bien, tú ganas por tercera vez —exclamé, sintiéndome rendida y me levanté del suelo, dejando a un lado el juego de cartas para poder irme a recostar sobre mi cama y encender el televisor.
—Y sabes perfectamente lo que sucede en la tercera victoria, ¿cierto? —rogaba en mi fuero interno que lo hubiera olvidado, pero veía que no.
—Si, si. ¿Qué quieres que haga? —pregunté desganada.
—Esta vez no será fácil amiga... ¿Conoces a Kyungsoo? —no entendí el cambio rotundo de tema.
— ¿Qué diablos tiene que ver? —giré la cabeza para observarla, noté que me fulminaba con la mirada—. Bien, no. ¿Quién es? —estiró una mano para alcanzar su mochila, luego comenzó a buscar algo dentro de ella. Sacó una foto y me la entregó.
—El del medio —me comunicó.
Exactamente allí, se encontraba un muchacho muy apuesto. Lo había visto varias veces en la secundaria. Pelo negro, ojos grandes color café, un cuerpo... formidable.
—Oh, él... Lo crucé un par de veces y creo que compartimos una clase. ¿Quién es? —aún no comprendía a lo que deseaba llegar.
—El hermano de Luhan —Luhan. Su novio.
Levanté la vista de la pequeña foto y examiné su rostro. Como era usual, tenía cara de idiota. Estaba enamorada, realmente. Reí y luego volví a mirar lo que tenía entre una mano. Recién ahí note que a ambos lados de él, se encontraban sus hermanos, Mitchell y el novio de Jeanette.
—Ahá si, ¿qué pasa con él? —quería llegar al fondo de todo esto.
Su voz empezó a sonar nerviosa.
— ¿Sabes? Un chico como él, sin pareja... es muy raro...
—Ya Jeanette, ve al grano —le dije, harta por el misterio.
—Debes enamorarlo —posé horrorizada mi vista en ella.
— ¡¿Qué?! ¿Estás loca? No, no y más no —me levanté y le entregué la foto, al hacerlo, volví a sentarme en mi lecho.
—Tienes que hacerlo. Perdiste, y tres veces —sonrió satisfecha. ¿Por qué lo hace? Ella lo sabía, me conocía—. Además, Kyungsoo necesita cambiar. Según Luhan, necesita encontrar el amor.
—No lo voy a hacer —comencé a cambiar de canal, dándole a entender que no iba a seguir hablando del tema.
— ¿Tienes miedo? —insistió. Se aprovechaba de sus conocimientos, sabía persuadirme.
—No —respondí para nada convencida.
— ¿A qué? ¿A qué le temes,_______?
— ¡Lo sabes! Pero no, no tengo miedo. Ya te lo dije —volví a dirigir la vista hacia ella—. En el caso que lo haga... ¿Cómo terminaría todo? —ella sonrió.
—Si lo enamoras, bien sabes en que terminará todo... Así que aceptas el reto —exclamó feliz.
—No, sólo dije en el caso que lo haga, pero ¡No!
—Vamos,_______. Inténtalo, no temas —estaba claro que iba a terminar por convencerme —siempre lo hacía—, pero no entendía su obsesión por mi aprobación.
—Bien, bien. ¡Acepto! ¿Feliz? —asintió con una sonrisa enorme sobre los labios y se abalanzó sobre mí, para luego abrazarme.Al día siguiente todo comenzaría. Esa mañana me vestí como Jeanette aconsejó, debía impresionarlo. Todavía no sabía por qué rayos iba a hacerlo. Estaba mal, pero según ella, Kyungsoo necesitaba encontrar el amor para cambiar. El problema: si lo encontraba, este no sería correspondido, porque no permitiría que eso me afectase sentimentalmente.
Al terminar de higienizarme, bajé a desayunar y luego, partí hacia mi destino: la secundaria.
Como cada día, mi amiga aguardaba por mí en la puerta.
— ¿Lista? —cuestionó refiriéndose al desafío que me había impuesto.
—Para nada.
Jeanette puso los ojos en blanco.
Esperé hasta que el timbre que anunciaba el primer receso, sonara. Cuando eso sucedió, fui en su búsqueda. Lo hallé caminando sólo por un pasillo, con la mirada clavada en el suelo. Parecía alguien tímido, hosco. Caminé en dirección a él, en el momento que pasé a su lado, provoqué que nuestros hombros chocaran, causando que los libros que ambos llevábamos en la manos, cayeran.
—Lo siento... —musité, luego de agacharme.
—Fíjate por dónde vas —exclamó un tanto molesto. La verdad, nada es lo que parece. Al levantar sus pertenencias, me observó de arriba-abajo y sonrió—. Oh, perdón, preciosa —se disculpó con tono adulante—. ¿Cómo te llamas, lindura? —su pose y aspecto eran de un altanero. ¡Oh genial! Debía conquistar un completo idiota.
—_______, ¿tú? —actúa, actúa.
Sonreí con falso interés, tratando de parecer coqueta.
—Kyungsoo, y..._______, ¿quieres tener el placer de salir hoy conmigo? —perfecto, ¿Jeanette no me podía pedir que enamore a alguien más imbécil? Él era el tipo de chico que detestaba. Egocéntrico, que creía que por ser apuesto y tener una perfecta sonrisa, cualquier chica podría caer a sus pies. Tranquila. Respira. Debía conquistarlo, pero no lograría y nadie saldría lastimado... o eso esperaba. Kyungsoo no era el ejemplo de chicos que persiguen a alguien por un largo tiempo hasta cansarse.
—Uhm, no creo. Hoy estoy... ocupada. Adiós Kyungsoo—volví a sonreírle e iba a irme, pero tomó de mi brazo.
— ¿Otro día? —oh no, por favor, no.
—Tal vez... —fue mi respuesta y me escapé de su agarre, alejándome de él.
![](https://img.wattpad.com/cover/62478604-288-k146786.jpg)