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Los árboles pasan por mi lado fuera la ventanilla.

Se siente extraño saber que dejaré todo mi mundo atrás para conocer uno totalmente nuevo, aun no se a cual de las dos zonas iré, tampoco se que tan marcadas estén las diferencias sociales y eso me asusta, solo espero que si llego a la zona Cuazar no sea como en mi sueño; tengo un presentimiento de que es allí donde llegaré.

-Bien- la voz del oficial me sobresalta alejándome de mis pensamientos- He de explicarle lo que ocurrirá ahora-

Me asusto un poco y me remuevo en mi asiento

-Será trasladada a un lugar donde será educada correctamente...-

-Eso ya lo sé-

Este ignora mi falta de respeto y continúa

-...Junto a otros jóvenes, estos jóvenes son en mayoría de la zona a la que nos dirigimos, otros no. No llame mucho la atención, no queremos disturbios-

-Claro- ruedo los ojos- ¿Qué tan lejos está esto?-

-Es información confidencial, nadie puede saber como entrar o salir de las zonas-

Ya me tienen harta con sus informaciones confidenciales

-¿A que zona nos dirigimos?-

-Tengo ordenes de informales solo lo necesario, no me haga perder el tiempo- dice- Usted llegará, se instalará y cada cierto tiempo iremos a observarla. Estará bajo vigilancia todo el tiempo, para adaptarse bien y que no haya ningún tipo de problema- dice refiriéndose a mi actitud. ¿Cómo esperan que me adapte si me vigilan todo el tiempo? En fin.

-Debe seguir las instrucciones que le damos correctamente y todo será más fácil para usted, ¿me entiende?-

-Si...-

-Le repito que no debe de llamar mucho la atención, usted es de otra zona, que no se le olvide-

¿Discriminación o qué?

Reúno todo lo que me acaba de decir, ¿cómo es que nadie puede saber como entrar o salir de las zonas?

-Si nadie puede saber como entrar o salir de las zonas, ¿cómo es que voy a salir de la zona Moro sin saber por donde vamos?, me parece imposible-

-Hay un método- dice el oficial en el asiento de copiloto que hasta ahora no había dicho ni una sola palabra, mira la hora y acto seguido se voltea hacia el oficial a mi lado y le asiente, este responde a la señal y luego levanta el maletín que nos separa para abrirlo. Dentro hay... algo que parece ser un tubo de ensayo tapado con una sustancia muy rara dentro y a su lado una... ¿jeringa? ¡Una jeringa! con una aguja en la punta, el hombre arma la jeringa con la aguja y la llena de la sustancia, ¡es una inyección! ¡Me quieren cedar! o peor ¡¿Drogar?! Lo que sea que fuese no iba a dejar que me lo hicieran.

El oficial se me acerca con la inyección en la mano

-¡No!- me muevo pero es inútil, no hay suficiente espacio en el auto como para escapar, pienso en saltar del auto... no, eso sería algo muy estúpido, me muevo en el asiento y tiro la jeringa lejos varias veces, el oficial se molesta pero finalmente termino sintiendo el pinchazo en mi brazo, ya está dentro de mi. Toco mi brazo por el dolor de la aguja.

-¡¿Qué hicieron?!- digo agitada

De pronto me siento extremadamente cansada, los brazos y ojos me pesan.

-¿Qué- qué... me hicieron?- respiro muy agitadamente tratando de mantenerme firme, pero los ojos se me cierran y veo borroso, los abro mucho para evitar que caigan.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2016 ⏰

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