En este momento son las 6:00 de la tarde y estoy a punto de entrar a la última terapia del día, se que digo muy seguido las palabras "quiero" y "odio" pero en realidad odio las sesiones.
No estoy loco, simplemente no puedo conmigo, es algo normal; no todos tenemos la misma realidad.
El doctor Barries es muy amable pero es la verdad, ninguna de las personas de este lugar deberían estar aquí, ¡no es su culpa que su forma de pensar sea diferente! No podemos controlar de que modo nacemos.
Entre al amplio consultorio del doctor Barries, su consultorio es aún más grande que mi habitación, es un poco injusto.
-Hola Zayn. ¿Como ha estado tu día? -dijo con su amplia sonrisa de siempre, con una gran capa de confianza sobre ella que al mismo tiempo escondía hipocresía.
Es asombroso ver como parece que él no sufriera pero tiene sus propias secciones de terapia para él y seguramente sus propios problemas en casa. Pero ya imagino, si yo no puedo con mis pensamientos ¿cómo puede él cargar con los de todos?.
-Veo que sigues igual de callado a siempre -su sonrisa bajo un poco.
Debe ser un asco tener que trabajar conmigo, nunca hablo ni respondo a sus preguntas. No es que no quiera, es sólo que las palabras no salen de mi boca, soy bueno pensandolas pero no diciendolas.
-Hagamos esto rápido.
El doctor Barries empezó con sus preguntas, las mismas de siempre ¿como te sientes?, ¿has tenido algún recuerdo?, ¿alguna pesadilla que pueda decirnos algo?, ¿te has autolesionado? ¿Has visto personas extrañas? Y muchas otras preguntas que no recuerdo.
Siempre respondía asintiendo o negando.
El doctor salió a revisar anteriores consultas y unos segundos después entró la chica de ayer. Es más linda de cerca que de lejos.
Quise preguntarle como era su nombre y que hacia aquí pero como ya dije, las palabras no me salen.
-Hola -dijo con una sonrisa -No tengas miedo de hablarme, no te haré daño, conmigo estas a salvo.
En mi mente logre formular muchas palabras, mucho mejores que la que dije pero lo que pude pronunciar fue:
-¿E-e-estas pe-perdida?.
Idiota. No se si eso se puede llamar hablar, sólo tartamudee como un tonto.
Ella dejó salir una risa dulce, me gusta su tranquilidad, me hace sentir tranquilo.
-Te diré una cosa. Nadie puede saber que estuve aquí y que te hable ¿esta bien? -asentí -Ellos no entenderán nada y creerán que estas loco ¿quieres eso? -negué y ella volvió a sonreír, creó que le gusta hacerlo -Nos veremos en la noche.
Paso su mano por mi cabello y se fue. Su roce fue cálido pero algo se me sentía extraño en el, tal vez sea que no estoy acostumbrado.
Unos tres minutos después el doctor Barries dijo que podía ir a mi dormitorio.
La mayoría de mi cuerpo sentía cierta alegría, pero no podría ilusionarme. Quizá sólo le doy pesar y en realidad no quiere una amistad conmigo.
Al entrar a mi cuarto cerré la puerta y tome mi cuaderno.
< julio 17 2000.
Hola cuaderno, hoy he visto a la chica de nuevo, es mucho más linda de lo que creí.
Sus ojos son cautivadores, su sonrisa extraordinaria y su piel ensordecedora.
Hoy a sido un día extraño, todo mi día iba mal, ya sabes, todos los contra que le pongo a las cosas. A la última terapia cuando ella entró pude pronunciar por primera vez una palabra hacia una persona, no fueron las mejores pero es un buen avance.
Se supone que vendrá en la noche; es muy raro que alguien quiera pasar un rato conmigo.
También fue extraña la forma en la que entró. Parecía que me conociera de toda mi vida.
Me ha dicho también que no le puedo decir a nadie que la he visto o que he hablado con ella. No entiendo. ¿Le avergüenza hablarme y por eso no quiere que nadie se entere?
Creo que es eso.
Sabes empiezo a sentirme estupido. ¿En serio estoy creyendo que ella quiere ser mi amiga?.
No se su nombre aun. Seguro es hermoso como ella. ¿Por qué soy tan raro? Hace un segundo estaba pensando en que es seguro que no quiere ser mi amiga y ahora pienso en lo lindo que debe ser su nombre.
Cuaderno, debo irme, alguien ha tocado la puerta, seguro es ella.
Yo soy el pequeño ratón de mi pregunta sólo que el gato esta obstaculizando mi salida y tengo que cargar conmigo>.
La puerta volvió a sonar.
Me levante y fui abrir; ahí estaba ella con su cabellera perfecta y su grandiosa sonrisa.
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Esquizofrenia//z.m.
Fiksi RemajaLa mayoría de personas piensan que un enfermo no es nadie y simplemente estorba, otras que no saben que hay gente que sufre y por último están las que tratan de ayudar. Elizabeth era una chica estudiante de psicología. Y Zayn su inesperado paciente...