More more Murdoc [YAOI]

Capítulo 4

2D entró en su habitación y la cerró de un portazo con furia. Pateó su teclado imaginando que era Murdoc y al final se le cayó encima del pie, haciéndose daño.

- ¡Ay!- Se sentó en la cama y se quitó su zapatilla, sobándose el pie. Estaba YA hasta los huevos de Murdoc y de su incesante bullying. Los ojos se le aguaron con rapidez y se tapó la cara, llorando en silencio.

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Todos miraban a Murdoc, escépticos. El moreno se encendió un cigarrillo y comenzó a fumarlo con tranquilidad.

- ¿Qué?- Preguntó, sintiendo la mirada de todos.

- Deberías de ir a disculparte.- Le dijo Jamie cruzándose de brazos. Murdoc hizo una mueca de asco.

- ¿YO? ¡Pero si ha sido él y su manía de sacarme de quicio!- Dijo mientras movía la mano donde tenía el cigarrillo, dispersando el humo por todo el estudio.- Ve tú si quieres, dibujante, porque mi culo no se va a mover de aquí.

- Murdoc-san... Sin 2D no hay disco. ¿No te podrías portar bien con él? Puede que se vaya de nuevo...- Noodle lo miró; no es que le importara sólo el disco, pero era su prioridad en esos momento. Murdoc se llevó el cigarro a la boca.

- Da igual, ya iré yo a ver qué le pasa.- Russel se levantó del asiento del batería y salió de la sala, yendo hasta el cuarto de 2D.

Murdoc miró a Russel salir.

"Maldito orgullo de mierda..."

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- ¿D, hermano, estás bien?- Russel llamó a la puerta un par de veces, esperando una respuesta.- ¿Puedo pasar?

- Sí...- Se escuchó la quebradiza voz de 2D desde adentro. Russel entró y vio su teclado tirado (prefirió no preguntar por qué) y él sentado en el borde de la cama, cabizbajo. Russel lo acompañó, haciendo que la cama rechinara por el peso.

- ¿Qué te pasa D? Ya sabes cómo es el viejo; no tienes por qué preocuparte.- Le acarició la espalda para reconfortarlo. 2D soltó unos hipidos.

- ¡Ya no puedo más! ¡Han pasado cinco malditos años y sigue siendo el mismo miserable arrogante!- Se sobó su melena azul para tranquilizarse.

- Siempre has pasado de él. ¿Por qué ahora...?

El peliazul se sonrojó un poco. Giró la cara para que no se diera cuenta de que a pesar de todas las cosas le seguía gustando.

- Porque... porque ya estoy harto, Russ...- Mintió. Russel se tragó esa bola.

El estómago de 2D comenzó a sonar y se sujetó la barriga con vergüenza: tenía mucha hambre. Russel sonrió y le palmeó la espalda con fuerza.

- ¿Qué tal si te preparo algo para comer? Y nos animamos un poco.- Le sugirió. El peliazul lo miró con una sonrisa, la verdad es que era muy buen amigo.

- Vale...

Salieron del cuarto de 2D y fueron a la cocina. 2D se sentó y Russel comenzó a prepararle un sándwich en la sartén.

Unos pasos se escucharon desde el pasillo. Murdoc entró en la cocina de muy mal humor y señaló al peliazul con sorna.

- No te vuelvas a ir en un ensayo y menos cuando están Damon y Jamie, o sino atente a las consecuencias...- Le amenazó en un gruñido.

- ¡A que me voy y no hay álbum!

- ¿¡A QUE TE ENCIERRO EN UN CUARTO TODA TU VIDA Y NO VUELVES A VER LA LUZ DEL SOL!?

- ¡CALLAOS LOS DOS!- Gritó Noodle entrando con todas sus fuerzas y los brazos en jarra.- ¡Ya estoy harta de estas peleas estúpídas!- Exclamó, estallando.- ¿No creéis que ya hemos hecho el ridículo lo suficiente? ¡IDIOTAS!

Noodle salió de la cocina dando un portazo, diciendo cosas en japonés (probablemente insultos hacia sus personas) y dejando a todos perplejos.

- ¿Pero yo qué he hecho...?- Preguntó Russel retóricamente mientras un tic se formaba en su ojo.

Se quedaron callados durante un buen rato. Murdoc tomó una cerveza de la nevera y la bebió de un trago.

- Faceache, al estudio, ahora.- Dejó la lata en la encimera y salió de la cocina, mirando de reojo al peliazul. Éste resopló y se levantó de mala gana bajo la atenta mirada de Russel.

"Algo ha cambiado en Stu..." Pensó Russ, desconcertado.

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Ambos entraron en el estudio y Murdoc cerró la puerta, tras sí. Suspiró profundamente y se encendió un cigarro con la mayor lentitud del mundo.

2D miraba la espalda del moreno, un poco nervioso. Ahora estaban solos.

- 2D, he estado pensando mucho... y necesito tu ayuda, quieras o no.- Se giró hacia el peliazul con mirada seria. Pocas veces ponía esa mirada. Stu se cruzó de brazos.

- ¿Ya te has endeudado otra vez?- Preguntó con sorna. Murdoc tiró el cigarro al suelo y fue hasta 2D, furioso, tomándolo de la camiseta y apoyándolo contra la pared.

- ¿¡Eres imbécil!?- Lo zarandeó, mareándolo.- ¿¡Crees que te pediría ayuda a ti con eso, ser sin cerebro!?

2D lo miraba mareado y asustado. No podía tocar el suelo de lo levantado que estaba, a veces la ira de Murdoc podía hacer que le saliera fuerza de donde no la tenía.

Murdoc cogió una silla y lo sentó bruscamente. Se acercó mucho a su cara con los ojos entrecerrados y gruñendo. A 2D le temblaba el labio inferior.

- Escúchame muy bien 2D.- Lo amenazó con el dedo.- Déjate de tonterías y de desafiarme delante de los demás. Necesitamos que este disco vaya como la seda, sí o sí.- Le susurró amenazante.

- ¿P-Por qu-qué...?- Alcanzó a decir el vocalista mientras que sus ojos se volvían blancos. Murdoc calló y se separó de él. Ambos se quedaron en silencio, así que 2D volvió a preguntar.- Murdoc... ¿Qué has hecho?

- Verás...- Se prendió otro cigarro.- En el primer álbum contraté... un poquito de ayuda.

- ¿Cómo que un poquito de ayuda?- Repitió sin entender el peliazul.

- Invoqué a un demonio para que nos ayudara a alcanzar la fama y ahora me está acosando para que le pague los intereses.- Dio una gran calada, soltando una nube de humo por la nariz. 2D se quedó a cuadros.

- ¿Qué...?- El peliazul comenzó a hiperventilar.- ¿¡Cómo has podido hacer eso!?- Exclamó, apretando los puños, furioso.- ¿¡Y qué pasa si no le pagas!?

- Que irán a por nosotros... uno a uno.

- ¿¡Eres tan miserable como para poner la vida de los demás en peligro!?- Gritó, levantándose de la silla.

Murdoc lo sentó de nuevo con furia, apretándole los hombros con fuerza y haciéndole daño.

- ¡Cállate!- Le amenazó con voz grave.- Si te lo he contado es para que no te vayas y no nos jodas el plan, imbécil. Esto queda entre nosotros...- Gruñó. 2D giró la cara y se levantó, apartando las manos del moreno de encima suya.

- Eso es lo que significamos para ti... somos peones de ajedrez en tu juego.

2D alzó la mano y le pegó a Murdoc una cachetada en la mejilla, haciendo que girase la cara. Lo miró sorprendido.

Eso no fue una cachetada en la mejilla... fue una cachetada emocional.

- No puedo creer que estuviera enamorado de ti...- Dijo el peliazul, antes de marcharse del estudio.