Capítulo 5 ''Talón de aquilesvengo aquilesboy"

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FATMA'S POV

Hoy mi padre tiene demasiado trabajo como para llevarme al colegio, lo que significa que el bus escolar pasará a recogerme a mi casa. Demonios. Esto no sería tan malo si los estudiantes del Guadalupe's Virgin fueran más reales. Jesús. Ellos son más falsos que productos chinos ¿En serio las chicas tenían que pasar todo el tiempo libre hablando de sus viajes a Europa y Asia? ¿Es verdaderamente necesario que los chicos se envíen snaps de sus tesoros materiales? ¿Qué este no es un colegio católico?

Al subir al bus, miro con cara de Shrek a todos. El viaje estuvo sorprendentemente tranquilo. Todos mis compañeros se ven agotados, muy en el fondo los compadezco ¿Quién puede resistir ser falso de lunes a sábado?

¡Bah! Por otro lado ¿Quién les manda a hacerse daño a sí mismos, con tanto materialismo que los hace infelices?

Llámenlo como quieran, a mí no me engañan... yo sé lo que se siente.

Las guías sociales te vuelven cada vez más vulnerable hacia la realidad. Es un caleidoscopio de pensamientos que solo te hacen sufrir más. No te das cuenta porque escondes tus ojos morados a tus "amigos". Y al final del proceso tomas conciencia de lo que realmente importa y es lo que TÚ piensas de ti mismo; cómo te sientes, cómo te ves y cuánto te valoras.

Lo mismo ocurre con ellos, la diferencia es que no han llegado al final del proceso.

Las guías sociales los manipulan, son como garras que les arañan donde más les duele. Esas malditas guías encuentran el talón de Aquiles de cada adolescente y hacen fuerza para derrumbar todo su mundo.

Mis compañeros se encierran en ideas e ideales solo para subir en escala social. Ser más "populares" o "hermosos" es lo que los mueve.

Yo en sí no tengo ningún problema en que las chicas se maquillen y los chicos tomen esteroides, a veces es para mejorar el autoestima, pero ¿A tal punto de llorar, hacer pucheros y lamentarse toda la noche porque no eres el ser "más perfecto" del colegio? Oh no... yo prefiero alejarme de todo ese mal que reina en la típica adolescencia.

Cierro los ojos por un momento, a veces algo de paz y tranquilidad le hace bien a mi vida.

¡¿Pero cómo pude pensar que podía tener paz en mi vida?! El weón que se sienta a mi lado pone música a full volumen:

"Menea tu chapa así estilo sensual"

Oh no... ¡Ese tipo de música no! ¡Mis oídos sangran!

"Estoy activo con mi guineo. Dale que ya salió del pantalón, ponte así, ponte así, ponte, ponte en posición".

¡Sálvenme! ¡Alguien por favor sálveme! ¡No lo tolero!

Empiezo a fulminar con la mirada al weón de mi compañero. Pero a él le vale madres y sigue meneando sus manos al son de la canción.

"Si necesita reggaetón, dale. Sigue bailando mami no pare. Acércate a mi pantalón, dale. Vamos a pegarnos como animales".

El weón pone su mano izquierda en el aire, y mueve la mano derecha simulando que le da nalgadas a una chica. Asco. Wacala. Conchetumare.

"Me lo paro con una mano, lo paro que yo la vi. Yo, yo, yo te pare el taxi. Yo, yo, yo, yo te pare el taxi".

¡Esta canción es la gota que colmo el vaso de agua de mi tolerancia!

─ ¡PONTE AUDÍFONOS, FLAITE CULIAO! - le grito.

Después de una agotadora mañana en ese pinche colegio, descanso en mi habitación.

¿En qué se supone que debería pensar mientras escucho Waiting for Love de Avicii?

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