Última llamada

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Clara's POV:
-¡Hey Rocky me debes una pregunta, no se te olvide!- grité sin darme cuenta de que realmente todo el aeropuerto estaba atento a quien le había gritado.

Me quería morir muerta. No puedo ser más avergonzante.
A lo lejos pude visualizar a Rocky negando con la cabeza mientras esbozaba una sonrisa ¡cómo se me ocurrió gritarle así! Definitivamente soy un caso para la araña.
Con la cara seguramente más roja que un tomate volví a mi asiento mientras esperaba a la sobrecargo, que en cuestión de minutos, daría la última llamada para abordar. Ahora sí, Los Ángeles espero que estés listo para recibirme.

Rocky 's POV:
Abordé con una inevitable sonrisa en la cara. Nunca nadie me había hecho reír tanto como lo hice con esta chica. La última hora había sido muy divertida.

-¡Hey bro! ¿Quién era la chica de la sala?- dijo Ross bromeando como siempre.

-Si bro, se nota que trabajas rápido...- bromeó de la misma forma Ryland.

-¡Hay hermanito nos hubieses avisado que era una entrevista y te íbamos a rescatar!- mencionó Rydel tratando de contener la risa.

-¡Ja Ja! Que graciosos- les respondí sarcásticamente - Ella es solo una chica con la que hice platica, por lo menos yo socializo en vez de estar en el celular.

-Tranquilo brother era una broma- dijo Ryland -¿Y bueno, la vas a volver a ver?¿Por qué le debes una pregunta?

-Jugábamos a responder todo lo que el otro preguntara, y cómo ella fue la última en responder no me pudo preguntar nada más.- le comenté mientras nos acomodábamos en el asiento del avión.

-¿Y bueno, es fan? Porque si lo es, debió de haber sido como un interrogatorio- se burló un poco Ryland.

-Bueno... Dudo un poco al principio, pero yo creo que sí es.- afirmé -Pero se ve que es diferente. Tiene algo que la diferencia de las demás fans que he conocido.

Había llegado mi turno de burlarse y molestar a la gente. Ryland no escaparía de mí por la siguiente hora de vuelo.

Clara's POV:
Llegué a Los Ángeles casi a la hora del almuerzo. Me dispuse a recoger mi equipaje y mis pertenencias para caminar por la salida. Me sorprendió ver un letrero con mi nombre al salir, yo no había contratado ningún servicio, y no tenía ningún tipo de familiar o pariente viviendo aquí para que me recibiese. Con mucha inseguridad me acerqué al joven que sostenía mi nombre, no se veía mala gente, más bien se veía simpaticón.
Al ver que me acercaba esbozó una sonrisa y soltó...

-¿Clara Méndez?- con un acento peculiar, mi nombre en un acento estadounidense se escucha gracioso.

-Ella misma- aseguré -Discúlpeme la descortesía pero ¿de parte de quién viene?- dije sin más.

Superado ¿O no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora