Sábado

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Clara's POV:
Anoche ni me pude levantar. Me desperté como a las 6 de tarde para darme un merecido baño, pedí servicio a la habitación y me dispuse a desempacar lo esencial para unos días mientras disfrutaba de Enredados en Netflix.
Una cosa llevó a la otra y me quede sola en un hotel en viernes por la noche.
Hoy saldría, me recomendaron un shopping inmenso que definitivamente necesito conocer. Otra cosa que amo aparte de leer es salir de compras, la moda siempre ha sido algo muy importante para mí.

Rocky's POV:
Llegamos a Los Ángeles como a las 5 de la mañana. Todos habíamos dormido bien en el bus, pero definitivamente lo único que esperas al llegar a casa es acostarse en tu cama.
Descansé un par de horas y decidí ir a desayunar. Por suerte Rydel había hecho unos panqueques para su novio, por lo que aproveche para que me haga a mí también.

- ¿Cómo dormiste hermanito? - preguntó mientras ponía la mezcla en el sartén.

- Como tronco hermanita.- respondí aún adormilado esbozando un gigantesco bostezo.

-¿Qué planes hay para hoy? ¿Armamos una fiesta? - preguntó Ross moviendo las cejas alternadamente.

Me gustaba la idea de una fiesta previa al concierto, no sonaba nada mal. Lo único que nos quedaba era convencer a los demás, que apenas se encontraban en su quinto sueño.

Clara's POV:
Me había levantado demasiado temprano, por lo que mientras hacía tiempo para ir al shopping decidí salir a caminar.
Llevé mi cámara instantánea para poder capturar algunas de las partes de la ciudad que conocería.
Cerca del hotel había una pequeña librería, parecía de esas librerías estilo vintage por lo que me decidí a entrar.
Salí de ahí con 3 libros nuevos, siempre me gusta aprender cosas nuevas y puntos de vista de otros autores.
Me habían comentado que el shopping no quedaba lejos, pero sin darme cuenta ya había llegado.
Era inmenso, y ya me dolían mis pies de tan solo verlo. Abría en una hora, por lo que me dediqué a empezar a leer uno de los libros que recién adquirí en un Starbucks que se encontraba justo enfrente.
Cuando abrió recorrí toda la plaza como una turista genuina, no conocía nada y las tiendas aquí eran el doble o triple de las que se encontraban en mi ciudad natal. Salí de ahí con una inmensidad de vestidos, shorts, faldas para el trabajo y blusas casuales. Tenía mil bolsas a mi poder y me sentía exhausta. Revisé mi reloj y me di cuenta que ya había pasado un poco de la hora del almuerzo, por lo que decidí volver al hotel para guardar mis nuevas adquisiciones y alimentar un poco a mi propio cuerpo.

Superado ¿O no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora