El chico era realmente guapo, su traje de mesero ajustado hacía que resaltara abdomen muy bien marcado y tenía una sonrisa pícara que flechaba corazones.
La barra estaba repleta de chicas con diminutos trajes, solo un par de chicos que parecían gays, lo digo por que estaban como las otras put... , digo chicas. Enbobadas con él y yo no era la excepción y quisiera decir que solo tenía atención para mi pero no era así, era un mujeriego de primera.
Yo no estaba para eso en este momento, yo extrañaba tener a Ian a mi lado, con sus chistes y su humor, sus caricias, sus besos, sus "todo va a estar bien", esa carita de que yo no mató ni una moscas o la de si tocas a MI novia ,ya no viviras para contarlo, o cuando se manchaba con su helado y yo lo limpiaba, cuando anotaba un gol y me dedicaba su triunfo, cuando se ponía celoso hasta de mi papá.
Yo... yo extraño todo eso, yo de verdad lo quiero, y lo quiero conmigo.
— Oye Tamara, ¿estas bien? — dijo Angie —
— mejor que nunca — digo con un sonrisa fingida a la par dándole un sorbo a mi trago — ¿vamos a bailar? — propongo con una sonrisa pícara y bebiendo lo que quedaba del vaso de una sola. El sabor amargo no tardo en aparecer —
— dale — grita Angie jalandome hacia la pista que solo se encontraba a unos pasos de nosotros —
Nos movimos al sonido de la música y con unos vasos en nuestras manos. Sonaba broccoli de Big Baby.
Ya iba por mi cuarto vaso cuando me di una vuelta y allí estaba Ian. Bailando muy sensualemte con una rubia plástica.
Mierda.
¿se puede saber qué tienen las rubias que no tengan las castañas o las pelinegras?
Agradecí eternamente a que la sala en donde nos encontrábamos estaba a oscuras. Creí que la mejor opción era ignorarlo aunque la verdad es que dolía y mucho.
Seguía bailando y de curiosidad volví a mirar a Ian, el me miro de arriba abajo, no estaba acostumbrado a verme así, cuando salía con él a pasear iba con ropa mas cubierta y a decir verdad estaba actuando como una cría. Pero, ¿estoy soltera no? Yo me visto como quiero.
Cuando se dio cuenta de que lo miro, le sonrió a la rubia y sin decir nada la besó como lo hacía a mi.
Con los ojos cerrados agarrandome de la espalda y cargandome. Los mire hasta que terminaron el beso y chocamos mirada, no quería que me afecte y no me iba a dejar intimidar así que le saque la lengua y hice un gesto como si me resbalara, tomé de mi bebida pero estaba vacía. Suspiré y me dirigí a la mini barra, le pedí otro vaso y me lo dio con una sonrisa que hizo que todas suspiraban. Yo rodé los ojos y le dije gracias.
Me fui a la pista, vi a Alejandro a lo lejos y me iba a acercar para saludarlo pero para eso debía pasar al costado de la parejita así que sólo me límite a levantar mi mano y hacer un gesto chistoso sin esperarlo, él se me acercó a mi.
— Hola — dijo Alejandro con una linda sonrisa —
— Hola — dije dándole un beso en el cachete —
— ¿que tal? — dijo despreocupado — no esperaba verte por aqui
— pues bien sola — dije con una sonrisa seca — Angie me arrastro aquí y apenas tuvo y la oportunidad se consiguio pareja dejandome sola. ¿Y tu qué tal?- digo levantando una ceja-
— pues aún no he ligado con ninguna - suelto una carcajada — pero de que hoy lo hago, lo hago. Mi amiguito esta mas que feliz.
— si necesitas ayuda, ahora me hago una amiga y te la presentó — dije — ¿Cómo las prefieres? ¿rubias, castañas, pelo negro, morochas, blancas, perras, putas, reservadas o a quema ropa?
— las prefiero como tú — dijo guiñandome un ojo-
Creo que me sonrojé, por que mi cara me ardía
— eso es difícil de encontrar pero me voy a esmerar — digo nerviosa, le guiño un ojo y me voy de su lado meneando las caderas —
(Capítulo demasiado corto :/)
