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Luke

Después de pasar un día entero súper aburrido y cansado al fin me encontraba en lo que la loca de la directora llamaba "sala de castigos". Michael tenía razón, ¿de qué sirve castigar a alguien de 23 años de igual modo que a un niño de 14?.
Cogí asiento por el medio de la clase ya que no sabía si tal vez habría castigado a más gente o no.

-Buenas tardes- dijo Clifford entrando por la puerta.

-Buenas tardes- intenté responder con una linda sonrisa pero al parecer no me salió ya que el otro hizo una mueca, a lo que yo sólo me sonrojé.

-Bueno pues haz alguna cosa- añadió serio y yo asentí decidiendome a sacar los apuntes para avanzar el estudio.

Pasados unos 20 minutos me percaté de que no había nadie más que él y yo en la sala así que dejé de estudiar y empecé a comportarme como un crío cuando se aburre.

-Deja de hacer ruido con la mesa, por favor. Molesta.- se quejó.

-¿Tienes mucho trabajo que hacer en tu primer día?- pregunté curioso.

-¿Eh? No, solo me estoy preparando unas cosas, nada más- contestó moviendo un poco los papeles. Yo chasqueé la lengua y lo miré "preparar sus cosas".

-¿No va a venir nadie más?- pregunté.

-No.

-Vaya...- me levanté y me senté en una de las mesas que quedaban enfrente de la del profesor. Abrí la libreta y empecé ha hacer garabatos en ella.

-¿Te parece útil perder el tiempo dibujando penes?- noté la mirada que posaba sobre mí y reí un poco nervioso.

-Claro- reí.

-Pues no me hace gracia ninguna. Estudia.- volvió la vista a los papeles.

-¿Por qué tan rudo?- susurré.

-¿Crees que estoy rudo?

-Sí.

Michael

El chico me estaba poniendo nervioso. Simplemente intentaba evitar mirarlo mucho o hablarle porque cada vez que lo hacía algo extraño sentía en mi interior.

-Humm... Vale.- contesté sin despegar la mirada de los formularios que estaba rellenando.

-¿Puedo ir al baño?

-Pareces un niño pequeño. No vas a ir.- este ignoró mis palabras y escuché una silla chirriar contra el suelo indicándome que se había levantado. Alcé la vista y lo encontré de pie parado a dos escasos centímetros del borde de mi mesa.- Vuelve a sentarte.- ordené.

-Me hago pis- se apretó el miembro con la palma de su mano y no pude ignorar el acto.

-¡Agh! ¡Ves! ¡Ahora!

-Heeey, cálmate un poco.- alzó la mano que quedaba libre empleando la señal correspondida. Ignoré lo que dijo y se marchó para ir al baño, supongo.

Cada vez que lo tenía cerca se veía hermoso para mis ojos y esa mierda no me agradaba en absoluto. De hecho me hacía dejar un poco apartados los pensamientos psicópatas que emplearía para con su muerte.

A los 10 minutos el rubio volvió a entrar por la puerta, pero esta vez se sentó encima de la mesa que yo estaba ocupando.

-¿¡Qué coño haces?!- exclamé mirándolo con una mueca.

-¿¡Puedes tranquilizarte un poco?! ¡Ni que te fuera a comer o algo por el estilo!

-Oye chaval, me estás enervando.- bufé.

-¡Tú me enervas a mí; me miras mucho y te comportas de maneras distintas, y encima me parece sexy!- se tapó la boca y abrió los ojos como platos puesto que tal vez dijo aquello sin pensar.

-O-osea, ¿te parece sexy lo que hago?- pregunté confundido.

-Me lo pareces todo tú- contestó más seguro de lo que decía. ¿A caso pretendía ligar conmigo?

-Estamos en un aula de castigo y lo que debes hacer es estudiar en vez de estar echándome piropos.- este me hizo burla, realmente se estaba comportando como un niño de seis o siete años.- ¡Siéntate en tu sitio ahora mismo, Jertmiks!- se puso a reír fuertemente haciendo que su nariz se subiera levemente hacia arriba y se arrugara como un lindo gatito. -¿De qué te estás riendo?

-¡Es Hemmigs!

-Ahm, pues eso- reí y Luke dejó de hacerlo al momento posando sus ojos sobre mi sonrisa que poco a poco estaba desapareciendo.
-Hay algo en esa sonrisa que me está empezando a traer loco.

¿¡Qué?! El sentimiento era mutuo, Lukey...

Volví a sonreír por inercia y él se acercó a mí riendo hasta que nuestras narices rozaron.

Entonces lo hice.

Resolví inmediatamente una de mis preguntas. Y juro por dios que se sentía muy bien el contactó de su piercing y la piel de sus labios sobre los mios. Aquella sensación me gustaba pero a la vez la detestaba.
Entonces me di cuenta, ¡no debí besarlo! Aux pero él me correspondió... Igualmente me separé y me levanté rápidamente de la silla un poco incomodado.

-Ya se ha terminado el castigo.- dije y recogí mis cosas.

-V-vale...- él recogió las suyas y ambos salimos del aula.

Pero espera... Luke dijo que mi sonrisa empezaba a traerle loco y me pareció muy tierno que dijera eso porque apenas me conocía como para saber que realmente puedo llegar a volverle loco. Puedo estar loco.

My new broken scene✧Muke ClemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora