Prólogo

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¿Ayer?

Ayer todo era diferente.

Ayer volvía a mí casa, en su coche.

Ethan sostenía mi mano mientras conducía.

En cada semáforo guiaba mi mano hacia sus labios, y depositaba ahí un cálido beso.

Nunca había sido tan feliz.

Nunca había sido feliz hasta entonces.

— Te amo — me dijo.

Yo solo le miré a los ojos y sonreí.

Esos ojos miel que me tenían cautivada fueron lo último que vi antes de sentir el golpe y cerrar los míos.

¿Y hoy?

Hoy me despierto como si no hubiera pasado nada.

Como si nunca hubiera sido feliz.

Como si nunca le hubiera conocido.

Remember meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora