Los Kithkin fueron un pueblo próspero, aliado con los Planeswalkers. Vivían en llanuras y ríos, y prácticamente se alimentaban solo de pescado y setas. Solían vivir en cuevas, en campamentos o en aldeas, y no habían evolucionado tanto como los gremios. Sin embargo, sabían defenderse muy bien y, cuando se enfurecían, la ira les funcionaba como arma.
Eran bajos de estatura, aunque eso no les impedía hacer algunas cosas. Viajaban en gansos y otras aves. Portaban amuletos del gremio Azorias, como gemas y collares, y defendían el Portal Azorius, del cual provenían.
Pertenecían a una sociedad mística que antaño se extinguió. Esta sociedad contaba con un mago, que creó el Portal Azorius. Durante una guerra, los Kithkin más cobardes entraron en el portal y aparecieron de nuevo en el mismo lugar. La diferencia era que habían pasado diez años desde esa guerra. Para no defraudar a los aliados perdidios gracias a esa estupidez, los supervivientes forjaron armas y fabricaron mallas para la guerra.
Hubo varias batallas desde entonces, pero los Kithkin siempre supieron defenderse, y de este modo preservar su pueblo. En una de estas batallas el rey Kithkin, Cenn, murió después de haber decapitado al líder enemigo. Así pues, entre los Kithkin no había rey.
En ese momento, los Kithkin vivían en Kinsbaile. Brigid era un joven muchacho, que siempre había sido despreciado por sus semejantes a causa de la edad: demasiado pequeño para ir a la guerra pero demasiado mayor para quedarse en la aldea. Normalmente le reservaban el puesto de espía.
En cambio, a él le gustaba la aventura, perderse en el bosque y matar enemigos. Siempre deseó ser el rey, para poder gobernar y liderar sus ejércitos y así vencer a las criaturas del mal. Ahora, aunque no había rey, lideraba el general Farwen, que era el tío de Brigid. Era un poco torpe y bastante gordo, pero era muy inteligente, y sus tácticas les habían conducido a la victoria.
Un día, un caballo pardo llegó desde las montañas recorriendo la orilla del río. Portaba un hombre, que llevaba una flecha negra en la espalda. Farwen llevó al hombre, que se debatía entre la vida y la muerte, a una habitación. Por más que intentó salvarlo, acabó muerto. Farwen se dio cuenta de que la sangre que discurría por la herida de la flecha no había coagulado todavía, lo cual era una señal de que los enemigos andaban cerca. La flecha fue más que suficiente para saber la personalidad del mal.
Ordenó a todos los Kithkin que pudiesen que se armaran con armadura, escudo, casco y espada. Además, pronunciando unas palabras en un lenguaje extraño, hizo aparecer una gran esfera de luz alrededor del poblado. Esto les servía a Brigid y a los demás aldeanos que sé quedarían en sus hogares. Alzando su mirada, vio como una mancha oscura cruzaba el cielo.
Espíritus. Espíritus negros como el azabache, con ojos pálidos y mirada penetrante. Llegaban en hordas, con lanzas de metal. Los dos bandos se enfrentaron. Afortunadamente, los Kithkin les superaban en número. Aún así, Brago, el líder de los espíritus, consiguió arrebatarle a Farwen toda la armadura. Brigid lo había visto todo.
Cogió rápidamente una daga, salió de la aldea y llegó donde estaba la batalla. Antes de que Brago le clavara a su tío la lanza negra, le tiró la daga y se la clavó en el cráneo. Tenía muy buena puntería. Este permaneció un segundo de pie y luego se desplomó en el suelo.
Los demás espíritus, al ver a su líder muerto, huyeron de Kinsbaile. Todos los Kithkin aclamaron a Brigid. Días más tarde, Farwen coronó a su sobrino como a un verdadero rey, y todas las batallas en las que estuvieron presentes fueron victorias para los Kithkin.
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Cuentos sobre un mundo mágico
ФанфикUna colección de cuentos mágicos de un mundo especial, creado gracias a las cartas Magic the Gathering, con el único propósito de entretener. Una colección de leyendas y mitos.