Impulsos Encontrados (pausada)

"La diversión del peligro"

Las clases ya habían terminado hace algunas horas atrás, pero ella se dirigía tranquilamente al viejo edificio, no existía ningún motivo en particular, pero ¿por qué iba a aquel lugar? Y más aun sola, tal vez... no queria que nadie supiera la razón que escondía detrás de aquellas misteriosas idas al colegio.

Manami estaba tan perdida en sus pensamientos que no noto la evidente presencia de alguien, aquella persona la seguía con los ojos hasta el momento donde entró a la oficina de Korosensei, las preguntas invadían su cabeza "¿Qué hace aquí una alumna fuera de los horarios de clases?" , por mera curiosidad decidió entrar a la oficina también, pero no encontró a nadie presente en aquel reducido cuarto.

La situación causo algo él, lo que comenzó como una mera curiosidad se volvió un juego a escondidas donde no esta dispuesto a ceder por ningún motivo hasta deshilar este enredo que aquella chica había armado con tanta cautela y se iba a desmoronar en un segundo

El juego inicia en la oficina de Korosensei, un escritorio iluminado por los rayos del sol que pasaban por la ventana "¿Qué razón existía para moverlo? Aquel pulpo seguro buscaría su comodidad así que seria ridículo colocarla en aquel lugar, además estamos en verano, no existe ninguna lógica en moverlo, a menos...", mientras más lo analizaba la posibilidad de que la clave para este misterio esta dentro de este espacio de cuatro paredes aumentaba como su inminente interés por descubrirlo.
"¿Qué hay detrás de esta remodelación completa de tu oficina sin motivo aparente... Korosensei? Se preguntaba, su perspicacia y astucia le permitieron deducir con facilidad las trampas camufladas por todo el cuarto, él no lo iba admitir, pero por momentos se dejo engañar por aquellos artificios.
Cuando cada pieza el rompecabezas tomo su lugar correspondiente, desveló el verdadero motivo que codujo a Korosensei a estos ridículos cambios sin sentido.
La entrada a aquel sótano oculto en lo profundo del viejo edificio, escucha la música mientras ve como la joven baila y en aquel momento se enciende un impulso dentro de él, cuando ella nota su presencia, tantas emociones la invaden , la sorpresa de ser él de quien menos se imaginará el que la descubriría, el miedo delo que pueda pasar después
-¿Qué haces aquí?... Asano -le pregunta Manami tratando de disimular su asombro.

-Hace dos meses, recuerdas... -le susurra en el oído, pero ella se aleja- por tu reacción, tengo razón, me imagino los motivos que te orillaron a disfrazarte para ir aquellas fiestas, pero acaparar tanto la atención, no es bueno mucho mas para la imagen del colegio

-Dices que imaginas mis motivos -dibuja una expresión de desconsuelo en su rostro- solo son especulaciones a las que buscaste dar sentido.

-Estas equivocada -le responde con una sonrisa falsa -admito que en un principio era especulaciones mías, pero cuando te vi... -hizo una pequeña pausa- mis sospechas se convirtieron en afirmaciones.

-No sabes lo que dices -con una expresión de molestia trata de escapar de aquella situación, pero al intentar retirarse de allí una mano sujeta firmemente su delgada muñeca - ¿Qué haces? -tratando de zafarse de su agarre -tanto te divierte escarbar en lo mas profundo de la gente y sacar a relucir su debilidad.

-Así que admites que tengo razón, pero todavía sigues equivocada, no hubo la necesidad de hacerlo... tu misma no te molestas en ocultarlo -Manami se limita disimular su evidente sombro ¿acaso estaba haciendo algo mal? ¿Era tan evidente? Pero la voz de Asano irrumpe sus pensamientos - en resumidas cuentas, no tienes derecho a molestarte por lo que tu misma causaste.

Ante la presencia de aquel silencio Asano decide retomar la conversación.

-Para las personas a primera vista luces como una muchacha tímida, tranquila, responsable y aplicada, que concepto mas alejado de la realidad - soltando un pequeña risa suelta su muñeca -tu eres todo lo contrario, eres un torbellino aferrándose a su verdadera naturaleza -acortando la distancia entre ambos le susurra a oído - acéptalo, te obsesiona la diversión del peligro.
Él estaba seguro de que ella lo seguiría negando si cesar, no lo aceptaría.... Todos cumplen con esta regularidad, nadie hasta ahora ha roto aquella condición y ella no seria la excepción.
Cuando tomas el lugar del observador, predecir cada aspecto de una persona, sus pensamientos sus sentimientos, sus decisiones y acciones se convierte en algo fácil , todos sigue un patrón inconscientemente, dependiendo de su naturaleza puede cambiar el tipo, sin embargo con el transcurso del tiempo, se convierte en una habilidad que te puede conducir a la conclusión de que nadie tiene en realidad algo que lo diferencie del resto, justamente Asano había llegado a ella, incluso el mismo era una copia imperfecta de los patrones de su padre.

-Tienes razón... los rasgos que describes son fragmentos que alguna vez estuvieron en mi - la respuesta de Okuda fue una sorpresa para él, mientras ella seguía hablando- en aquel momento no tuve el valor y acepte sin mas la imagen que los demás vieron en mi, nunca di a conocer quien era realmente y sin pensarlo me puse una mascara para adaptarme a ellos y en aquel momento deje ir algo importante para mi.

-Porque me dices todo esto a mi -le pregunta Asano con una mirada fija en su rostro - yo fui quien desvele tu fragilidad, te herí y a pesar de todo tu...

-Yo... no lo se, tal vez queria desahogarme con alguien, todo lo que tanto he estado guardando.

-No lo entiendo... --le responde él - no sigues un patrón, no existe lógica en tus acciones...

-¡No existe una regla a la hora e tomar decisiones! - le interrumpe Manami - ¡tanto te cuesta entenderlo!

Asano se mantiene en silencio ante tal respuesta, lo que ella decía tenia algo de verdad su testarudez nublaba lo que se encontraba mas allá, "quien es esta chica, jamás conocí a alguien como ella, me enseñaste el sabor de la derrota, me quitaste las palabras de la boca... pero.... ¡que me sucede, siento que he sucumbido ante ella! En que estoy pensando, aunque .... En este momento no me importa nada, absolutamente nada...."