Después de todo

Confianza

Quiero decir que estoy bien, y supongo que lo estoy. Alguna vez leí la frase ''Nunca se está realmente mal hasta cuando ya no puedes decirlo'', y tiene razón, puedo decir que estoy mal por lo tanto estoy bien, es confuso.

Por esos días realmente estaba preocupada y eso provocaba la misma reacción a mi mamá, ella deducía que era por la escuela, pero realmente había algo más. Parecía feliz pero en realidad me estaba destruyendo, no dormía por estudiar, leer, dibujar, por alguna razón tenía demasiadas energías y sentía que si paraba ya no podría continuar.

Daniel seguía ocupando el lugar delante de mí, cada vez hablábamos más aunque no tenemos absolutamente nada en común. Contaba sobre las cosas que le gusta y de su familia.  Escucha rap y me parece interesante porque dice cosas que ni si quiera sabía que existían, parecía que también le interesaba lo que le decía aunque sean solo libros. Tal vez me había equivocado y yo no era un ''reto'' si no solo una nueva amiga.

Después de un tiempo decidí tener la iniciativa y enviarle un mensaje, era de tarde y ya había terminado todo lo que tenía que hacer, no estaba segura si era buena idea pero lo hice. Primer error.

- Hola, ¿terminaste la tarea?- Fue su extraña respuesta, contesté positivamente. Parecía cortante, por lo que después de un par de mensajes opté por despedirme. 

Al día siguiente me habla y se disculpa. -Tuve una discusión con mi madre- Sus ojos se llenaron de lágrimas y tengo que confesar que brillaban muy lindo, una parte de mí me gritaba que no reflejaban sinceridad, pero yo no ignoro el llanto.

No puedo creer que me tenga la confianza de contarme sus problemas, nunca nadie la había tenido, pero él era diferente, me decía puntos y comas. Dictaba cada historia diferente y yo no quería descubrir el final. Solo lo escuchaba pero aún tenía mi guardia en alto.

Me empecé a sentir sola, a esconderme para llorar, pero no fue así por mucho tiempo.