No puedo creerlo, te ví de nuevo y no supe que hacer.
Cuando mi viste lo único bueno que pude hacer fue salir de ahí. Estuvimos en el mismo lugar, respirando el mismo aire.
Lo peor fueron mis lágrimas, hicieron su gran aparición cuando llegué a casa.
Pero eso no fue todo, empezaste a tocar y gritar mi nombre.
-No te voy abrir, sólo vete. -pronuncie entre sollozos.
Pero no te rendiste, comenzaste a hablar.
-No sólo quiero pedirte perdón, quiero arreglar las cosas. -tú voz estaba desgarrada. Sufriendo al igual que yo.
-¿Vas a pegar el pobre pedazo de taza que has roto? Porqué puede que sirva, pero igual la vuelves a romper gracias a que sólo intentaste pegarlo pero no vuelve a su forma original. -Mi respuesta quedó en el aire.
No respondiste, entendiste mí pequeña metáfora.
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Querido Ex
KurzgeschichtenTodos hemos llorado por alguien alguna vez, quisiéramos decirles cosas que no nos atrevemos. A él, quién nos prometió amarnos "para siempre" y que sólo duró unos meses. Ahora Orelle le escribe a aquel ser que la hizo sufrir, llorar y partirle el cor...