Esperando el momento.

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Aclaraciones: 

1. Los personajes le pertenecen a Yuji Terajima <3 
2. Mei sufre de Hematofobia, si no sabes lo que es entra aquí: https://es.wikipedia.org/wiki/Hemofobia
3. La canción no tiene nada que ver con el capitulo, solo disfrute escribir con ella sonando :3 

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La arena caliente acariciaba la planta de sus pies provocando un ligero ardor, su espalda, totalmente expuesta al sol se comenzaba a entumecer paulatinamente, su mente, se mantenía calmada gracias a la canción del mar y sus ojos, detrás de lentes negros, se quemaban en molestia y, aunque no quisiera admitirlo, celos.

Un grupo de féminas estúpidas (según él) se encontraban violando el espacio personal de su pareja ¿Cómo se supone que debería reaccionar ante eso? Simplemente, aun intentándolo, no podía ignorar aquella escena y quedarse sentado.

Empleaba todo su autocontrol para no ir y apartar a su casi prometido de las garras de esa zorra. El termino "casi" se debía a que todavía no resultaba oficial, después de todo ni siquiera se lo había pedido, pero formaba un hecho que diría que si, o eso pensaba el rubio
.
El gesto del viaje formaba parte de un elaborado plan para convertir aquella duda en realidad. Aun cuando todo esto tuvo un enorme impacto en su cuenta bancaria, valía la pena porque solo para tener aquella sonrisa a su lado haría lo que fuera; Mei no sinceraba sus sentimientos en muchas ocasiones pero la verdad es que en su mente es todo un romántico, de esos que necesitan no una, si no varias palabras para expresarse correctamente, agradecía el detalle de que solo el podía escucharse.

Lo mismo que tenia de cursi también lo disfrutaba de sádico y hablador de si mismo e incluso a veces de caprichoso y testarudo. Con todo eso y más, fue capaz de encontrar al amor; 5 años habían pasado desde entonces, en donde descubrió nuevas sensaciones e inspiro al crecimiento de las emociones.

Antes de derivarse a mas temas en su cabeza, una pelota golpeo a esta, trayéndolo de nuevo a la realidad. Volteo rápidamente dispuesto a llenar de maldiciones al causante de ese golpe encontrándose con uno de sus inesperados "acompañantes"

— Eres desastroso en esto — Comento devolviéndole el objeto con que había sido golpeado.

— Seguro soy mejor que tu — Provoco el nombrado Miyuki Kazuya.

— Ni en tus sueños.

Un pequeño juego de pases dio comienzo. Las reglas eran simples y claras: No dejes caer el balón, de lo contrario, pierdes. El de ojos azules pensó que ganaría sin mucho esfuerzo ¿Que tan difícil podría ser? Solo debía golpear la pelota.

No hubiera sido un problema si su rival no se empeñara en lanzar el objeto a mucha distancia de su posición, corriendo a toda velocidad a penas lograba alcanzar y devolver. Claro que tampoco se quedaría atrás.

Lo que comenzó siendo una inocente diversión termino transformándose en una feroz batalla de voluntades: Pies cansados, cuerpos llenos de sudor, brazos hinchados, gargantas deshidratadas y nulos atímos de rendición. Las personas comenzaron a aglomerarse en su alrededor, formando un semicírculo; algunos de curiosos otros realmente emocionados.

Ambos se encontraban concentrados en solo una cosa: El balón. Los gritos y ánimos de la gente, cada vez más fuertes, para ellos eran casi inaudibles, como si la multitud se hallara a lo lejos.
Todo sucedió tan rápido.

De un golpe a otro, la puntería del rubio fallo, la pelota se desvió de su camino y se mezclo entre el conjunto de personas. Un joven de escasos 25 años fue el afortunado en recibir tal impacto en el rostro, perdiendo el equilibrio.

Le tomo algunos segundos al de ojos azules reaccionar y caminar sin mucha prisa ante el muchacho, en sus planes no estaba una disculpa.

— Oye ¿Estás... — Sus ojos se abrieron en su totalidad — ¡¡Eijun!!

Nuestro &quot;Para siempre&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora