Amnesia [Bill Kaulitz Y Tú]

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Casi no pude dormir, el cuerpo me dolía mucho y me pasé la noche buscando la posición adecuada para poder descansar.......pero no la encontré. Me levanté y fui a ducharme, al acabar fui a mi armario, al parecer empezó a gustarme la ropa negra, porque el 70% de ella es de ese color. Me puse un vestido negro de flores blancas, manga tres cuartos, ajustado hasta por el ombligo y suelto hasta las rodillas. En la pierna izquierda me puse una media que llegaba poco mas abajo que el muslo y unas botas negras, un poco más arriba del tobillo, de suela alta. En la otra pierna, no importó, porque la escayola me cubría hasta donde llegaba el vestido. Agarré las muletas y bajé a la cocina donde el desayuno ya estaba preparado y mi madre y David desayunando.

- Buenos días cielo.

- Hola mamá.....y hola David.

El hizo una especie de reverencia mientras leía el periódico. Terminé de desayunar y fuimos a una tienda para comprar mi móvil nuevo. Después de varios teléfonos me decidí por uno, le compré la funda y lo encendí. Hacia la una de la tarde le dije a mi madre que iba a conocer el vecindario y darme una vuelta por los alrededores. Salí y fui directa a la parada de autobuses. Subí al bus y me senté al lado de una ventana con mis auriculares mientras escuchaba I wouldn't mind de He is we. Diez minutos después bajé cerca de uno de los parques al que solía ir cuando era niña. Saqué e papel en el que horas antes había escrito todas las tiendas de tatuajes para guiarme. Comencé a ir de tienda en tienda, se hicieron las dos y media de la tarde y aún no había conseguido nada y ya había ido a todas las tiendas que conocía, así que me fui a un McDonal's. Cuando estaba recogiendo las cosas para irme, en mi teléfono sonó un mensaje. Lo abrí, era de un número desconocido.

- Que raro....igual se confundieron.

Abrí la bandeja de mensajes. Había un breve texto que decía :

¡¿Que?! No entendía absolutamente nada. Igual la persona se equivocó al mandar los mensajes, cosa que me parece raro, porque el móvil es nuevo, no fue antes de nadie. Volvía a la parada del bus, cuando en mi mente repetía una y otra vez la frase "A. White es un señor de 23 años al que le gusta marearse" ¿y si en verdad era para mi? Eso significa que alguien trataba de ayudarme. El bus se paró justo enfrente y abrió sus puertas. Arriba en letras neón ponía en la próxima parada, calle Albert White. ¡¡ESO ES!! ¡¡A. White es una calle y se refiere al bajo 23....entonces la tienda se llama Marea!! ¡Ya recuerdo esa tatuaría. Subí enseguida a ese mismo bus y esperé impaciente. Cuando bajé ne encontré con la tienda enfrente mía. Su letrero decía en letras grandes "Marea" decorado con olas de mar y una sirena llena de tatuajes. Entré, se oía perfectamente el sonido de las máquinas de tatuajes. En la recepción habían dos personas sentadas esperando a que les atiendan. Me acerqué al mostrador donde había una chica bastante mona con tatuajes en el brazo izquierdo.

- Eh... Disculpa...

La chica me miró y automáticamente sonrió. Tenia una bonita sonrisa y parecía de unos 29 años.

- ¿Sí? ¿Que querías? -preguntó mascando descaradamente un chicle. Cada vez que habría la boca para dar otro mordisco se podía ver una pequeña bolita brillante en su lengua, un pearcing.

- Quisiera hablar con el que hizo mi tatuaje -dije levantando un poco la camiseta y dejando ver algo del tatuaje.

La chica frunció el ceño examinado mi tatuaje. Luego levantó la vista hacia mi y me miró bien.

- Creo que ya se quien te lo pudo hacer -la chica se levantó y me hizo un ademán de que la siga. Abrió una puerta y el sonido de las máquinas se intensificó más

- ¡Oye Lucas! -un hombre de unos 30 años, delgado, pelo negro y ojos grises la miró apartando la máquina del brazo de un chico- ¿Recuerdas a esta chica? Me parece que estaba con Tomas.

Ahora el tatuador desvío su mirada hacia mi. Me miró por unos segundos y después devolvió la vista a aquella chica levantando los hombros como si no tuviera idea. Luego bajó la cabeza para seguir pintando. La chica bufó.

- ¿Pero contigo no estaba no? -sin despegar la mirada del brazo, el hombre negó.

Ella cerró la puerta y volvió a la mesa del ordenador.

- Lo siento, pero el tatuador que hizo tu tatuaje no está.

- ¿Y sabe cuando le podré ver?

Ella vacílo su respuesta y frunció sus labios.

- Es que Tomas tuvo un accidente la semana pasada y está de baja, no sabría decirte el día fijo de cuando va a volver, ni siquiera lo sabe el -miré al suelo decepcionada- ¿Pero que es lo que pasa? ¿Te ha decepcionado el tatuaje? Porque si es así, tenemos más tatuadores.

- Ah... no, no te preocupes, no es por el tatuaje, solo quería hablar con el tatuador sobre si estaba acompañada ese día.

- Ahh... ¡Sobre eso! Fue hace meses ya, no se si 4 o 5, pero si mal no recuerdo ibas con ¿tu novio?

- ¿Ah si? Y el.... ¿cómo era?

La chica me miró sin entender bien a que me refería y tardó unos segundos en contestar.

- Pues eso si que no lo se yo, tendrías que preguntarle a Tomas. Cuando vosotros dos llegasteis a la tienda, el llevaba unas gafas de sol y capucha puesta, como si no quisiera que le vieran. Supongo que Tomas si le vio la cara.

Escuché atenta todas y cada una de las palabras que dijo. Asentí, aun estaba algo insatisfecha. Entonces le conté lo de mi amnesia por culpa de un accidente y que quería saber quien era.

- Uhh, eso es jodido -me miró con tristeza- La verdad es que hacíais una bonita pareja, estabais siempre muy juntos y sonriendo. El era mucho más alto que tu, te llevaba una cabeza y algo más. Era delgado, bastante delgado. Vestía de manera algo gótica, tenía un pearcing en el final de la ceja derecha y un lunar en la parte inferior derecha del labio. Eso es todo lo que se -soltó una risa.

- Oh no sabes cuanto me ayuda eso ¡gracias!

Después de eso me fui, la chica se llamaba Sara, me ayudó mucho ¡¡incluso me dio la dirección del hospital donde estaba Tomas!! Emocionada me dirigí a casa. Subí al primer bus con destino a mi barrio. Tenia pensado ir el fin de semana que viene. Mi madre me había apuntado en un instituto nuevo, más cerca de nuestra nueva casa. Al llegar no había nadie en casa. No tenía hambre, tenía demasiado sueño así que me fui directa a dormir.

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Contadme que tal os pareció el capítulo!!! Seguiré subiendo.

Espero no haber causado grandes daños cerebrales y sin más preámbulos, chau chau.