Fue curioso preguntarle por qué pensaba que el color del cielo era el mismo incluso en el atardecer, sus ideas eran tan retorcidas que perdían el sentido.
Ella decía que el color del cielo no cambiaba, era el sol que se iluminaba de una manera más potente al empezar a morir, entonces anunciaba que mañana seria mas fuerte o que tardaría semanas en volver a renacer.
También de que las personas debajo de este cielo era las mismas, simplemente ignorantes sobre la existencia de los demás.
Personas que nunca habían aprendido a pensar, pero guardaban en su corazón y el vientre y los músculos de la energía que un día revocar el mundo.
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Alma perdida.
Teen Fiction'Cuando tienes ambos ojos cerrados, un tercero abre tu corazón' -Elif Shafak.