Avatar: La Leyenda - Libro 1: REVELACIONES

Capitulo 2: Nuevos amigos

Habían pasado 4 días desde que osado grupo de jóvenes partió a su viaje con el nuevo avatar, el sol brillaba en lo mas alto del cielo con mas intensidad que nunca, los 4 jóvenes caminaban rapando los pies contra el suelo ya muy cansados por el viaje, insolándose por los fuertes rayos del sol que parecían intensificarse cada vez mas, hasta el punto de lo insoportable, Chawa se encontraba en la mochila de Toru intentando cubrirse del sol.

-esto...- traga saliva para poder hablar -ya no funciona- dijo cansado Toru.

Nadie le respondió, estaban tan cansados que apenas alcanzaban a respirar .

-¿chicos? ¿siguen consientes?- pregunto Toru.

-por favor amigo, estamos demasiado cansados como para iniciar una charla- respondió Remu mientras jadeaba.

Los jóvenes continuaron caminando por el rocoso terreno, habían grandes pilas de rocas al lado de los jóvenes, pero no había ninguna sombra donde podían descansar, a este paso iban a desmayarse.

Continuaron así durante media hora, hasta que Salo vio a la distancia una gran roca que creaba una gran sombra.

Salo con todas sus fuerzas les dijo a los chicos -hay... hay sombra, ¡chicos!-

Los chicos rápidamente notaron la gran roca que dejaba una gran sombra para poder descansar, con todas sus fuerzas trataron de correr hacia la gran roca.

Una vez echados en la tierra se quedaron unos minutos sin decir ni hacer nada tratando de recuperar fuerzas.

-no puedo creerlo, la calor era tan fuerte que no podía ni mover una pequeña piedra – dijo Merrik.

-no eres el único hermano, estábamos demasiado cansados como para hacer control- le respondió Remu

-si no fuera por el genio de Remu no estaríamos en este lugar, ya hubiéramos llegado a ciudad republica- dijo Salo molesta.

Cierto prima, era que no molestes a su bisonte Remu, por eso los maestro aire ya no quisieron llevarnos- dijo Toru.

-claro... culpemos al avatar- Dijo Remu mientras revisaba su mochila en busca de agua.

-hermano que seas el avatar no significa que debamos soportar todo lo que haces- decía Merrik mientras jugaba con Chawa moviendo una pequeña piedra y este lo perseguía.

Se quedaron callados otro momento, hasta que el estomago de Merrik empezó a rugir.

-emmm ¿Merrik? – pregunto Salo

Merrik con la cara roja le dijo -es que me dio hambre- dijo forzando una risa.

-también me dio hambre y ya no nos queda comida- dijo molesto Remu.

-creo que estamos a salvo chicos- dijo Toru mientras se levantaba -¡haya hay un pueblo!- grito alegre

-ya era hora amigos- dijo alegre Remu.

Los chicos rápidamente fueron camino al pueblo con la esperanza de hallar comida.

En el camino Merrik pregunta -¿como rayos no vimos el pueblo? no esta muy lejos-

-talvez el cansancio y la desesperación de encontrar un lugar donde descansar- respondió Salo -pero almenos tu estomago dejara de rugir tanto, de seguro hay algún lugar para comer- dijo Salo sonriéndole a Merrik.

-bueno no hubiéramos llegado hasta acá si no fuera por ti-

-¿Por qué lo dices?- pregunto curiosa.