Once.

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Mei leía la notita al tiempo que tomaba el café con ambas manos. Al sorberlo, no esperaba que estuviera tan caliente como para quemarse la lengua. 

Sonrió satisfecha al acabarlo. Era increíblemente delicioso y justo lo que necesitaba para hacerle frente a ese día tan agotador.

Ella tomó el bolígrafo y buscó aquellos papeles adhesivos en los que solía enviarle mensajes a Daniel. Los había acabado a todos, optó finalmente por un pañuelo de tela estampado con búhos y con un tanto de vergüenza escribió:

Hey chico rico:

Verás, se me acabó el papel. No, no el del baño, se me acabaron los adhesivos. 

Tengo un mejor amigo, se llama Dylan, me acompaña a todas partes todo el tiempo y me escucha parlotear durante horas. Hasta rompe mis sostenes xD. Sabes, suelo abrazarlo cuando me siento angustiada y él con mucho entusiasmo acepta mi cariño, hasta ahora es el único que lo ha hecho, no sé que sería de mi vida sin él.

Respondiendo a tus preguntas, Bah, más bien MIS preguntas:

Sin el color violeta no viviría

Tienes buen gusto para la música, aunque no mejor que el mío. No hay absolutamente nadie, pero NADIE que supere a Led Zeppelin. Eso es vida.

Lo de las frambuesas es confidencial.

En mi tiempo libre salgo con Dylan, pinto el primer objeto que encuentro (razón por la cual hasta el mouse de mi computador tiene dibujos encima) y pienso en lo que haré mañana. Aburrido... ¿No?

La única familia que por ahora me acepta es Dylan.

Atentamente:
Mei la del periódico

PD: Gracias por el café. :)

La chica del PeriódicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora