Cuando Draco llegó a la sala común se encerró en el dormitorio. Era una suerte que nadie se encontrase en el, pues mientras sufría de un ataque de pánico, a Draco no le gustaba tener público.
Había sido un estupido, él sabe que tiene que alejarse de ella, sabe que solo traerá sufrimiento para ambos, pero cuando quedaba a solas con Hermione, no podía controlarse. Ella tendría que facilitarle las cosas, le hizo la vida imposible cinco años, ¿no le basta para odiarlo? Aunque Draco no podía reprocharle nada, después de todo le tomó quince a él aborrecer a su padre.
Lo peor era que el tiempo que pasó con ella, por más corto que fuese, le gusto. Que ella le dijese que no era malo había impactado en Draco de una manera que no iba a admitir. Pero es peligroso, se debe recordar a sí mismo. Ella le había preguntado si estaba fingiendo o siempre fue así, y esa era una pregunta peligrosa, era la clase de pregunta cuya respuesta haría que su mundo se diera vuelta. Ni quiso imaginar lo que su padre pensaría. El tiene espías en todos lados, no sólo en Slytherin. Seguro que algunos alumnos de otras casas también estaban bajo sus influencias. ¡Estuvieron en las biblioteca solos! Sin insultarse, ¿y si alguien los había visto? Draco ya podía sentir los cruciatus, como dolor fantasma.
Una rápida mirada a su baúl le recordó que debía empacar. Blaise le había ofrecido a ayudarle, pero Draco no quería molestar a su amigo, no después de todas las molestias que ya le ocasionaba. Solo unos movimientos de varita le tomó guardar todas su pertenencias, observó los colores verde en su baúl y sonrío. Él amaba a su casa, solo que odiaba a la mayoría de sus integrantes. Recordó que de niño,
Al colarse en el despacho de su padre, entre miles de libros de artes oscuras encontró uno sobra la historia de Slytherin. No estaba escrito por magos tenebrosos, sino por una bruja, en el libro decía que fue Slytherin, que contaba la historia y las virtudes de la casa Esmeralda de una forma casi bella. Decía que sus integrantes era inteligentes y astutos, que siempre se esforzaban en cumplir sus objetivos. En el libro ella hacía incapie en que Slytherin no es una casa tenebrosa ni oscura, la casa en sí no es prejuiciosa, muchos integrantes han arruinado su reputación con los prejuicios de sangre, pero para entrar a Slytherin odiar a los Muggle no es un requisito. Y Draco, en ese momento de su vida, agradecía haber leído ese libro, agradecía que alguien dijera que no estaba condenado por haber pertenecido a esa casa, ese libro probablemente lo había salvado más veces de las que le gustaría admitir.
En ese momento la puerta se abrió dejando ver a las dos figuras de Crabble y Goyle. Saludaron a Draco con un gruñido y continuaron comiendo los pasteles que traían en sus manos. A Draco la visión de tanta comida lo mareó y luego de cerrar con un hechizo su baúl salió a trompicones de la habitación.
En la sala común se encontró con Pansy. En sus manos traía una porción de pie de calabaza y por la mirada de enfado que traía no reprochó al agarrarlo, aunque tuvo que contener las nauseas ante el primer bocado. Lo termino ante la atenta mirada de la pelinegra y cuando se disponía a ir al baño, esta lo llamo.
- No te vallas- lo agarro del brazo. Y Draco agradeció que no fuese del izquierdo- ¿Enserio tienes que volver?
El rubio solo pudo mirarla con ojos cansados.
- ¿qué clase de pregunta es esa Pans? Sabes que si.
- Pero, ¿y si te lastiman?
Draco se contuvo de rodar los ojos. No quería decirle a Pansy que eso no estaba a la duda, sino quien y por cuánto tiempo. Esperaba que sea su padre. Las técnicas de su tía eran medievales y oscuras.
- Estaré bien, probablemente algún hechizo y unos gritos. Nada que no pueda manejar.
- No finjas conmigo Drake- ella usó su apodo de la infancia, no lo había usado desde el primer año- solo prométeme que me avisaras si es demasiado. Blaise y yo podemos aparecernos y hacer que venimos de visita. Avísame si las cosas se te salen de control, no quiero que vuelvas como en el verano.
El rubio solo pudo asentir, porque odiaba mentirles. El no podría llamarlos ni escribirles porque probablemente estaría inconsciente. Antes de volver le pediría a su madre ayuda con las heridas y los hechizos de ocultamiento. Esa vez no dejaría que las vieran.
Pansy pareció quedar satisfecha, y se dispuso a hablar de un tema más alegre.
- ¡En vacaciones iré a renovar todo mi guardarropas! Hay un nuevo estilo Gales que quiero probar hace semanas. Les voy a conseguir algo a ti y a Blaise, ¿sus talles eran 6?
Draco no iba decirle que había bajado dos números. Era más fácil hacer el hechizo luego.Blaise apareció cuando Draco sentía que le iba a explotar la cabeza. Pansy había hecho bien su tarea de distraerlo, pero la moda mágica no había sido su mejor opción. Blaise oyó los balbuceos de su amiga y estaba dispuesto a irse, cuando Draco reaccionó y lo arrastró a su asiento.
- gracias, hombre, siempre se puede contar contigo- le susurró al oído.
- Te lo merecías, querías dejarme solo con ella, ¡y ya la escuche dos horas!
Blaise hizo una mueca de dolor, él ya sabía de los balbuceos de Pansy sobre la ropa.
- ¿Crees que podremos irnos sin que se de cuenta?
- Esta con los ojos cerrados así que si vamos despacio tal vez lo logremos.
- Okay, sígueme.Escapar de Pansy no fue tan dificil como se imaginaban, la pelinegra estaba enterrada en su mundo, por lo que no noto cuando ambos chicos se deslizaban por el retrato.
- ¿Qué hacemos? - el rubio pregunto mientras caminaban por los pasillos. Todavía les quedaban un par de horas de luz.
- ¿Quidditch?
- Quidditch.Draco era el capitán del equipo, era el buscador, y junto con Blaise( guardián) el mejor jugador. Pero ese año había descuidado un poco al equipo. Entrenaban duro, pero no tanto como el rubio quisiera. Varias veces le había cedido a Blaise el liderazgo porque debía faltar a la práctica, o incluso a algún partido.
Ambos amigos se encontraban en el aire, juntos, recorriendo los terrenos del castillo. Habían "tomado prestada" una quaffle y se la pasaban. A veces Draco tomaba la posición de guardián y trataba de detener los tiros de Blaise. Y este se reía las veces que Draco casi se caía de la escoba, aunque Draco podía jurar que se preocupaba, siempre parecía listo para saltar de su escoba si era necesario para detener su caída.
- Las cosas están tranquilas, ¿no?
- Algo, si- había entendido a lo que su amigo se refería.
- Estoy pensando que Potter se ha unido a tu club de fans, no para de seguirte.
- Si, me di cuenta, es molesto.
- Aunque no creo que las chicas dejen a un hombre unirse, ya son celosas entre ellas.
- Pobres almas perdidas, todas quieren un poco de esto para ellas. Si supieran que no me interesan ni un poco...
- Tampoco hubo nada con Granger y la comadreja.
- Con Granger no, aunque Weasley no desaprovecha una oportunidad para insultarme, no hubo nada serio.La conversación le traía a Draco recuerdos de la biblioteca. Muchas gracias Blaise, casi la olvidaba. Se decía a sí mismo el rubio.
- Drac- lo llamo mientras le arrojaba la quaffle.
El rubio alzó la ceja, seña que entre ellos servía más que un diccionario, y la atrapó.
- Si algo malo sucede, digo algo peor que lo usual... ¿vas a avisarme cierto? No soportes más de lo que puedas.Sus amigos eran iguales.
- Déjalo Blaise, Pansy ya me dio la charla. Estaré bien, no puede ser peor que el verano.
- De eso hablo Drac, no quiero tener que prestarte mi túnica para ocultar tu sangre.
- Vaya gracias Blaise, me alegra contar contigo- trato de aligerar el ambiente. Odiaba estas conversaciones.
- Sabes a lo que me refiero. Sólo hazlo, ¿sí?
- Esta bien- y le arrojó la quaffle.
Cuando volvieron a la sala común esperaron ver a Pansy con los ojos rojos esperándolos, pero estaba vacía. Solo había unos cuántos alumnos de séptimo y segundo, que ni los miraron al pasar. Subieron al dormitorio donde hallaron a Crabble y a Goyle roncando, tomaron una ducha, y cada uno se acostó en su cama. Mantuvieron una conversación casual sobre los ronquidos de Goyle y luego Draco oyó la respiración pausada de su amigo.
Todavía sentía nauseas, aunque era menos fuertes que antes. Se concentró en ignorarlas. Era la única comida que había ingerido en días que no terminaba por el desagüe, si seguía así se desmayaría en clases, y no podía permitírselo. Así que apretó los ojos con fuerza y se obligó a quedarse dormido.
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Tras La Mascara
Fanfiction"-No es justo que me juzguen sin conocerme" Pansy lo abrazó de nuevo, viendo con impotencia como un rastro de lagrimas surcaba por las mejillas de su mejor amigo. "-Lo sé Draco. Pero es lo que nos toca vivir. Somos serpientes despues de todo." Drac...