V

254 26 3
                                    

El fuerte ruido en mi habitación hace que me despierte, casi dándome un infarto.

Miro a mi lado, la alarma indicaba que ya era hora de levantarme. Suspiro y la apago.

Me siento en mi cama y me estiro, para luego levantarme. Me doy una ducha rápida y me visto con el uniforme de la escuela.

Recojo mi cabello en una coleta y me maquillo un poco. Tomo mi mochila y abro la puerta de mi habitación.

Comienzo a oler a huevos. De seguro mi madre debe estar cocinando.

Bajo las escaleras y dejo mi mochila en el sillón. Me dirijo a la cocina. Efectivamente mi madre estaba cocinando. Saco leche del refrigerador y me sirvo en un vaso. La vuelvo a dejar en el refrigerador.

-Buenos días Bo.

-Buenos días. - Digo le sonrío y me bebo la leche.

-Tus huevos están allí, al lado el pan. - Dice mi madre, con una voz dulce.

-Gracias. -Comienzo a comer tranquilamente.

(...)

-Adiós. - Dice mi madre.

-Adiós. - Beso su mejilla y me bajo.

Me dirijo al instituto a paso rápido. Una vez dentro, suspiro, tratando de pasar inadvertida.

Me dirijo a mi casillero y saco las cosas que correspondían para la asignatura de matemáticas. Me dirijo a la sala rápidamente.

Mientras pasaba por el pasillo, recibía pequeños empujones. Bueno, casi siempre sucedía así.

Finalmente llego a la sala de matemáticas. Me siento en un pupitre vacío.

Dejo mi mochila sobre la mesa y suspiro.

Esto es tan agotador. Tan sólo quiero estar en mi casa, sin hacer nada, ser normal de una vez.

Y eliminar todos los errores que cometí alguna vez en el pasado.

Cómo pude ser tan estúpida? Cómo pude dejarme llevar?

Todos los hombres son unos grandiosos imbéciles.

-Hola. - Levanto la vista. Luke se sienta a mi lado.

-Hola. Cómo estás?

-Eso debería preguntartelo yo a ti. Te encuentras mejor?

-Si, supongo.

-Puedo ver tu brazo? - Pregunta tímidamente.

Frunzo el ceño.

-Bien... - Extiendo mi brazo, el sube con cuidado mi manga.

No tenía puesto ningún parche, el corte estaba al descubierto.

-E-Es... M-Muy grande...

-Lo es, pero no es profundo. No te preocupes. - Retiro mi brazo.

-Deberías tener un parche, no es seguro que tengas la herida al descubierto y que roce con la tela del uniforme.

-Estoy bien, de veras.

-Espera aquí. - Luke se levanta.

-Dónde vas?

-A por un parche. - Camina a paso rápido, fuera de la sala.

-Hey! - Trato de llamar su atención, pero tan sólo me ignora.

Suspiro.

Maldición, todos los hombres son así?

-Qué hace Hemmings sentado a tu lado? Eh? - Pregunta Rebecca, parada a mi lado.

Goodbye, SanityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora