Handwritten in the AM

Capítulo I. Hey Angel

Niall's POV.

No hay forma de volver atrás el tiempo, de corregir evitar las cosas, y eso es lo bueno que tiene la vida. La vida es hermosa, te golpea de maneras que dejan grandes marcas y parecen nunca sanar, crees que Dios te odia y que la vida apesta, pero al final te vuelves más fuerte. Mis padres se separaron cuando era menor, y tanto mi hermano Greg como yo, nos fuimos con mi padre, ya que así lo decidió el juez. A pesar de eso, manteníamos contacto con mamá, cada fin de semana nos alojábamos con ella, bueno, yo. Mi hermano es mayor y trabaja para mantener a su propia familia, la cual es muy agradable. Todo iba bien hasta que mi padre se enfermó del corazón y se encuentra en un hospital en Madrid para recibir tratamiento médico. Mi madre me llevó a vivir allá y mi hermano se quedó en Inglaterra por su empleo.

Es gracioso como el destino mueve las cartas, ya que hace un año me disponía a vivir sólo para estudiar en esta ciudad, pues mi vida entera eh soñado con ser cantante y mis padres me apoyaron en mi decisión. Decidí inscribirme en University Talent Rise, que es de las mejores. Siento como si todo hubiese ocurrido ayer, pero ya llevamos más de seis meses viviendo en Madrid y yo ya estoy en mi segundo semestre de carrera en Artes con orientación en música moderna. Todo está bien, me siento...

- ¿Niall? – dice mi madre sacándome de mis pensamientos

- Ya voy, estaba cepillando mis dientes – volteo al espejo frente a mí y enjuago mi boca

- Está bien, sólo no te demores mucho, recuerda que iremos a ver a tu padre – la oigo retirarse del otro lado de la puerta de mi habitación

Me veo nuevamente en el espejo y me paso una mano por el cabello tratando de no lucir como un vago con el cabello alborotado.

- Estoy listo, ya podemos irnos – le dije a mi madre al bajar las escaleras y tomando una chaqueta, pues hacía frío en esta época del año, a lo cual sólo asintió y nos dirigimos a la camioneta que mamá poseía.

- ¿Te sientes listo para iniciar tu segundo semestre? – preguntó mi madre sin apartar su vista del camino

- ¡Claro! No puedo esperar a ver a mis amigos, aprender nuevas cosa – le respondí un tanto eufórico

- No sabes cuánto me alegra escucharte – vi la sonrisa de mi madre y su voz un tanto quebrada – tu padre y yo estamos orgullosos de ti

- Basta mamá, me harás llorar a mí también – le respondí con un abrazo rápido

- Aún recuerdo cuando no te gustaba la escuela, ¿quién diría que sería la última etapa de estudios la que más te gustaría? – dijo mi madre limpiándose una lágrima de su mejilla izquierda

- Es un nuevo comienzo para todos – le dije cabizbajo, no me gustaba recordar mi antigua vida de estudiante, cuando era el idiota antisocial del que todos se burlaban

- ¿Ocurre algo malo? – decía sin despegar su vista del auto, era muy precavida, siempre cuidando que nada malo nos pase

No respondí y quedamos en silencio hasta llegar al hospital, eran aproximadamente como 15 o 20 minutos de trayecto. Bajamos de la camioneta y nos dirigimos a la recepción del edificio para registrarnos y pasar a ver a mi padre, quien afortunadamente estaba despierto.

- ¡Hijo! – gritó y se puso contento al verme, nos abrazamos - ¿Listo para la escuela mañana campeón? – adoraba que me dijera así, seguía siendo el pequeño hijo de mis padres

- Más que listo diría yo – dijo mi madre saludándolo con un baso en la mejilla, tal vez ya no sean una pareja, pero tienen una excelente química de padres