GREY

BEST OF ME

..................... Christian Pov .........................

Estaba en la oficina observando por la ventana la ciudad que parecía pequeña bajo mis pies, siempre me había gustado esa sensación de estar sobre los demás, no por egocentrismo como muchos creían, si no por el hehco de que sentía que entre más alto menos oportunidad tenían para alcanzarme y por lo mismo menos oportunidad de dañarme.

Pude escuchar claramente como la puerta de mi despacho se abría captando mi atención y haciéndome observar a quien fuera que hubiera entrado, mi sorpresa fue grande al observar un pequeño cuerpo caer de forma estrepitosa al suelo, su cabello castaño cubriendo su rostro y sus largas manos apoyándose para que su rostro no tocara el suelo, me apresure a ayudarle, le tendí una mano, un par de ojos azules se encontraron con mis ojos, su blanca piel estaba teñida con un hermoso sonrojo y en sus labios rosados se pintó una sonrisa apenada, cuando nuestras manos se tocaron una descarga eléctrica me atravesó por completo.

-- viene a hacerme una entrevista para el periódico escolar? -- pregunte divertido, sus ojos brillaron de tal forma que todo mi cuerpo se pusiera alerta.

-- de hecho venía a invitarlo a almorzar Sr. Grey. -- aún no había soltado mi mano, la jale para terminar de acercarla a mi cuerpo y rodee su pequeña cintura con mi mano libre.

-- eso suena como una invitación muy tentadora -- dije antes de besarla.

-- que pasa si alguien entra y encuentra al gran Christian Grey besando a una chica que sólo ha venido ha hacerle algunas preguntas? -- preguntó divertida.

-- no creó que eso pa...

-- papa, puedes decirme si los contr... -- Ted me observó sorprendido, sus mejillas amenazaban con sorojarse y no continuó hablando -- no sabía que estabas ocupado.

-- perimiteme presentarlos -- mi hijo me observó incrédulo -- Ted, te presentó a la Srita. Steele, ha venido a hacerme algunas preguntas.

-- un gusto -- dijo Ana siguiéndome el juego.

-- finjire que esto no es raro -- dijo Ted aún extrañado -- los dejaré solos.

-- entonces, en que nos quedamos? -- pregunte volviéndola ha acercar a mi cuerpo.

-- quiere ir a almorzar conmigo? -- preguntó aleteando sus pestañas de forma lenta.

-- me encantaría -- sonrei y sin soltar su mano salimos de mi oficina, pude ver a las recepcionistas hacernos una señal de despedida, llegamos al auto y le abrí la puerta.

-- que hará el próximo fin de semana?

-- tengo una cita con una mujer hermosa, de hecho, la más hermosa de todas.

-- suena como una mujer afortunada.

-- todo lo contrario, yo soy el afortunado -- asegure y acaricie su mano con mi pulgar

-- a que se refiere?

-- yo soy el afortunado, porque esa hermosa mujer aceptó ser mi esposa.

-- es un honor ser su esposa Sr. Grey.

-- el honor es mío cariño -- ella sonrió robando una sonrisa de mi parte.

-- entonces tenemos una cita ?

-- sólo si dices que si -- ella se mordió el labio -- sabes lo que provoca en mi que hagas eso.

-- pensé que con el tiempo te acostumbrarías.

-- acostumbrarse a ti es como acostumbrarse a un amanecer personal.

-- Christian, amanece todos los días -- dijo con obviedad, aproveche que habíamos llegado al restaurante

-- puede que amanezca todos los días, pero ningún amanecer es igual a otro, como acostumbrarte a algo maravilloso que cada día se vuelve más mágico?

-- es usted todo un romántico Sr. Grey.

-- sólo contigo nena, sólo contigo.

Ella sonrió con las mejillas sonrojadas, la bese antes de salir del auto. El almuerzo fue bastante lindo, era algo de las muchas cosas que amaba de mi esposa, con ella la rutina nunca ganaba, siempre encontraba la manera de sorprenderme día a día, con cosas tan pequeñas como cambiar de perfume o de acomodar su cabello de forma diferente, de invitarme a almorzar de manera inesperada o enviándome un mensaje o correo cuando estaba en el trabajo, cosas pequeñas para muchos, para mi razones nuevas para amarla y agradecer que me aceptara a su lado.

El fin de semana llegó antes de lo esperado, era un día especial, San Valentín, si cuando tenía 25 alguien me hubiera dicho que me encontraría planeando una sorpresa del día de los enamorados con una semana de anticipación me habría reído, si hoy me encontrará con mi versión más joven y este se atreviera a reírse de mi patearía mi propio culo y le ordenaría ponerse a estudiar sobre el asunto, así no me se sentiria tan nervioso aún después de tantos años.

Había preparado una cena especial en la escala, sólo la ocupábamos cuando queríamos un momento de pareja, claro que eso era cuando los niños eran pequeños, ahora nuestros hijos eran adultos, cada uno con su propia familia, sus propios sueños y sus propios planes, me daba nostalgia saber que al llegar del trabajo no habrían unos pequeños pies bajando con prisa las escaleras corriendo directo a mi y pidiendo que lo levantara en brazos, no habrían exclamaciones de sorpresa contándome lo emocionante que había estado su día en la escuela y tampoco había más "te amo papi" seguidos de un beso antes de dormir, algunas veces incluso me parecía triste regresar a casa, claro que todo eso terminaba cuando al entrar a mi hogar Ana me recibía con una sonrisa cálida, un beso en los labios y un "te amo Sr. Grey", eso me gustaba pero prefirió mil y una vez más cuando de sus labios salía un " Christian te amo"

La cena estaba lista, la escala estaba iluminada con una tenue luz, dándole un lugar un toque íntimo, claro que siempre que estaba con Ana era un momento íntimo.

Hace mucho que había comprendido que la intimidad no se refería únicamente al contacto físico o al sexo, tener algo íntimo era abrir tu vida a esa persona, permitirle adentrarse en cada rincón de tu vida, en tus sueños, tus anhelos, tus miedos, tus inseguridades, tus demonios, en tus peores momentos y en tus mejores logros, Ana era la intimidad en mi vida, el misterio eterno de no saber que fue lo que hice para merecerla en mi vida pero aún así estar agradecido con dios, con la vida, el universo o con la fuerza que sea la responsable de que ella este a mi lado.

Cuando Ana entró a la sala el lugar adoptó una luz mágica, eso era lo que ella hacia, hacia que su alrededor se llenará de magia, era como una bruja hechizando a todos con su presencia, con su dulzura e inocencia que después de los años seguía conservando en su mirada, sonrei sin poder evitarlo.

Cenamos en silencio, ella sonriendo y dedicándome miradas cargadas de sentimientos, me sentía increíble saber que ella me amaba, que habiendo tantas opciones de hombres mejores que yo, ella me había aceptado a mi, me había elegido a pesar de todos mis defectos.

La invite a bailar en la sala, me sentía afortunado mientras sentía su calor cerca del mio, ambos nos movíamos al ritmo de la música, "Best of me de Michael Buble" sonaba de fondo.

-- la amo Sra. Grey.

-- te amo Christian -- eso hizo estragos en mi corazón, sonrei y uni nuestros labios en un beso.

Definitivamente el di que esta chica cayó en mi oficina fue el día que yo caí a sus pies.

.............. Esperó que les guste ;) .................
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