Llega el tan glamoroso día de San Vantin, aquel día tan ansiado y esperado tanto por chicas como por chicos. Se siente en todos lados aquella atmósfera de amor y cariño.
También un día muy esperado por el gran mago y ladrón fantasma Kaito Kid, qui...
Disclaimer: Detective Conan y Magic Kaito son propiedad de Gosho Aoyama.
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Segunda Parte
Shinichi nunca tuvo que preocuparse por el 14 de Marzo, día de blanco, aquel día en el que todos aquellos que recibieron un chocolate el 14 d Febrero debían de darle uno a la otra persona. Pero este año era diferente, él había recibido y aceptado el chocolate de Kid, no, de Kaito Kuroba. Al final ambos habían comenzado con una estrecha relación amorosa como amantes. No hacía mucho que llevaba así solo unas cuántas semanas.
Pero ese no era el problema, el problema era que una de las reglas del día de blanco era devolver un chocolate igual o mejor que el que recibiste en San Valentin. Y Kaito le había regalado un chocolate casero, si como leyeron, un maldito chocolate casero. El al principio no se lo creía pero tanto el chocolate que le había dado en la azotea y los de la caja que recibió luego eran caseros. Y de no ser porque la amiga de la infancia de Kaito, Aoko, se lo dijo él nunca se habría dado cuenta.
-"Paso bastante tiempo en la cocina haciendo esos chocolates. Me pregunto para quien abran sido"
Aquellas palabras fueron como un balde de agua fría para él. No podía creer que Kaito fuera tan bueno en la cocina, tenía que ser mentira, pero todo quedó claro cuando se enteró por medio de uno de sus compañeros, Hakuba, quién admitió con cierta molestia que sí lo era. Maldición.
Y el que tenía planeado comprar uno y darse, esto arruinaba sus planes por completo. Era injusto darle un chocolate comprado cuando Kaito se esforzó en hacer uno especialmente para él.
Le había pedido ayuda a Ran para hacer uno casero pero... Prácticamente casi incendia la cocina al intentar derretir la maldita barra de chocolate. Luego de aquel incidente el siguió intentado hacer uno con y sin la ayuda de Ran, veía varios tutoriales en internet y también tenía un libro de recetas que le había dado su madre. Pero nada funcionaba, el resultado siempre era el mismo, siempre terminaba con el chocolate deforme y con un sabor extraño u horrible.
-Maldición, esto es un desastre...-dijo mientras miraba a su alrededor. La cocina estaba hecha un gran desorden-Soy horrible haciendo esto ¿Cómo diablos es que pude mantenerme solo durante tanto tiempo?-se cuestionó a sí mismo.
-Es algo que yo también me pregunto-respondió con sarcasmo Ran-Yo limpiare lo que utilizamos tu encárgate de la cocina-ordeno.
-Si...-respondió desanimado mientras se dirigía a hacer lo ordenado. Tan solo faltaba tres días para el día de blanco y el aun no conseguía avanzar nada con su chocolate-Por favor que alguien me mate.
-Vamos, Shinichi-intento animarlo un poco-¿Por qué no le compas uno y ya?-le propuso-Puedes decirle que tú lo hiciste...
-No lo entiendes, Ran, los chocolates que él me dio eran caseros y lo peor de todo es que eran exquisitos.-dijo desanimado-tú los probaste ¿Recuerdas? Además no pudo mentirle a Kaito, el idiota ama el chocolate, de seguro reconocería enseguida si es casero o no.
