Querida Luisa:
Dejé de escribirte cartas, desde hace un mes, es que, conocí a una chica, es dulce, tierna, su cabello rubio cae en picada hasta su cintura, es hermosa. No es tú, pero ya me he resignado por fin, a que jamás seremos algo, desde que te vi fuera del trabajo con aquel hombre, supe que nunca tuve oportunidad contigo y me duele, pero no hay nada más que decir, creo que esta es la última carta. Gracias.
Con el mayor amor del mundo; Carlos C.