CIEN AÑOS DESPUÉS... PERO VOLVÍ!!!!
LOS ESPERO AL FINAL DE ESTE ROUND CON MI MÁS GRANDE Y SINCERA DISCULPA POR LA DEMORA, Y CON LA MÁS ESPECTACULAR DE LAS EMOCIONES POR TOOOOODOS SUS COMENTARIOS EN ESTOS MESES DE AUSENCIA.
SIN MAS PREÁMBULO... ESPERO SINCERAMENTE QUE LO DISFRUTEN!!!
—Buenos días —saludo alegremente a Jean Paul mientras me abre la puerta del asiento trasero de la camioneta.
—Buenos días, señorita Queen —me responde, cordialmente.
Daniel está sentado absorto en la calle más allá de la ventana, y ni siquiera hace ademán de mirarme... o saludarme.
Frunzo el ceño, preguntándole con la mirada a Jean Paul —que me observa atento por medio del espejo retrovisor mientras se sitúa en el asiento del conductor— qué le pasa al enfurruñado que tengo al lado, pero, encogiéndose de hombros y carraspeando —según él para aparentar normalidad— empieza a incorporarse al tráfico.
¡¿Qué?!
—¿Daniel? —ladeo mi cuerpo un poco de tal manera que quedo apoyada en mi costado izquierdo, mirándolo en espera a que me regale cualquier señal de que reconoce mi presencia, pero nada.
Enfurruñado es poco.
¡¿Qué demonios le pasa?!
Anoche, cuando salimos del gimnasio, me quedé dormida en la camioneta, y aparecí mágicamente en mi estupenda cama a eso de las nueve treinta. Estaba tan, pero tan exhausta, que ni siquiera me di cuenta a qué hora me dejó en mi apartamento. Caí en coma apenas cerré los ojos.
Cuando el hambre me pudo —parecía con una rumba country a todo volumen en el estómago— me levanté, hice un inventario detallado de mi habitación hasta que por fin mis neuronas volvieron a la vida y me di cuenta de dónde estaba, y le llamé.
Hablamos más o menos diez minutos —seis de los cuales me la pasé diciéndole que se cuidara, que lo del gimnasio no había sido como quebrarse una uña, hecho que para él es muchísimo menos que para una mujer, y que descansara— y nos despedimos, con beso de buenas noches incluido.
No entiendo que pasó de eso a... esto.
Estoy experimentando lo que muchos denominan la ley del hielo, así como si el hombre que tengo al lado tuviese cinco años.
Suspiro fuertemente, estiro mi mano derecha y "camino" con mis dedos corazón e índice por su brazo derecho, hasta llegar a su hombro, pero nada. Está en el planeta Daniel, el cual tiene una población de una persona, y sé que no tengo necesidad de decirles cuál es su único habitante.
—¿Alguna pista con la que quieras colaborarme? —le pregunto a Jean Paul cuando se detiene en un semáforo.
Me observa por el espejo retrovisor, y estoy casi segura que está aguantándose la risa mientras dice con un tono de voz de lo más casual—: Se me olvidó confirmarle que me había llegado su mensaje.
¿Eh?
Frunzo —otra vez— el ceño. A este paso voy a parecer una uva pasa.
¿Mensaje? ¿Cuál mens...?
¡Ay no! No, no y no.
—¡¿Estas así por los exámenes?! —pregunto incrédula, mirando a Daniel como el niño de cinco jodidos años que es.
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KYDOG DOWN (KYDOG #2) - [COMPLETA EN DREAME]
ChickLitTrabajo para él. Me acuesto con él. Estoy enamorada de él. Soy un desastre. Mi vida nunca volveré a ser la misma, lo sé, y lo acepto. Conocerlo es lo mejor que me ha pasado, así él se empeñe en asegurar lo contrario. En el ring es un dios, sin emb...