Venganza

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Belisa se estaba intentando ponerse su ropa, pero ella había crecido varias tallas. Su pantalón no le entraba por sus grandes y fuertes piernas. Su remera le quedaba de top ni hablar de sus zapatos. Tomó su cartera y comenzó a caminar con su compañero perruno a la par.
Luz y Oscuridad se habían marchado y el tiempo volvió a su curso y todo estaba siguiendo su destino. Ellos le dijeron que en sus sueños la verían y así sabría que pasos seguir en esta nueva guerra.
Ya estaba a pocas cuadras de su casa, eso la relajó. Pero al momento se dio cuenta que no debía pensar así, ya no era aquella pequeña mujer, ya no.

Estaba desnuda frente al espejo,aún no se había bañado. Verse llena de sangre seca, tierra y orín le hizo recordar a esos cinco tipos.
- Lucifer! - grito con fuerza a su perro.
Al instante llegó, parecía más enorme estando en guardia.
- Olfateame y no olvides el olor, mañana iremos de cacería!
Se baño por una hora, quería sacarse la mugre y el recuerdo de encima. Pero era imposible, eso quedaría en su cabeza.
Salió del baño y sin cambiarse se metió en la cama.
- Precioso, ven bonito!! Ven a dormir con mami! - dijo con voz cantarina.
El enorme perro venía trotando contento con la lengua afuera. Subió a la cama y se acostó con ella. Bel lo abrazó y se sintió algo feliz por no estar sola esa noche.

El cielo era oscuro y nublado. Ella estaba parada en guardia mirando hacia todos lados con su espada en la mano.
Sólo podía ver la tierra estéril y al horizonte montañas jóvenes. Miró fijo y vio sombras bajar de ellas. A mediada que se acercaban las sombras se transformaron en seres horribles hijos del mal,hijos de Oscuridad que no querían vivir en el reino de su padre y por lo tanto, querían la tierra para ellos.
Eso no pasaría, para eso estaba ella.
Comenzó a blandir su espada al aire y cuándo estuvieron cerca comenzó a cortar sus cabezas y sus miembros. Ella era rápida y brutal. Pero eran muchos, comenzó a correr para alejarse un poco a sus oponentes así atacarlos de menos cantidad. Los esperó y como llegaban iban cayendo,hasta que en esa zona no quedó nadie en pie.

Se despertó agitada. Había visto su pasado. Parte de su vida.
Sintió en su cabeza una voz que le dijo que debía buscar su espada. En ese momento recordó que sólo con ella los demonios y los ángeles caídos podían morir.
Miró el reloj, eran las cinco de la mañana. Aún estaba oscuro afuera, pero era lo mejor.
Se levantó, al momento "Precioso" despertó y la miró pendiente de una orden.
Se puso calzas negras y una remera también negra de tiritas finas. Era lo único que le entraba, tenía que comprarse ropa, pensó.
Puso su mente en blanco, respiro hondo y dejó fluir sus instintos especiales. Al momento se sintió fuerte en todo sentido.
- Lucifer! Busca a esos malditos que nos mataron! Es hora de jugar!! - ella lo dijo todo en un tono frío, cargado de odio y anhelo de venganza.
"Lucifer" se levantó y se puso en guardia.
- Lucifer, buscalos!
El perro ladró una vez y salió corriendo fuera de la casa, Bel salió tras él.
Iban llegando a la zona de cultivos. Hacia media hora que estaban corriendo. Llegaron a un lugar donde había un montón de pequeñas casillas, seguro que los cinco trabajaban en esos campos y vivían ahí.
Comenzó a reír, de sólo pensar en las mil formas que quería torturarlos hizo que su cuerpo se tensara por la anticipación, y su risa se volvió malévola e histérica.
De las casillas empezaron a salir hombres, tanta risa les llamó la curiosidad, se encontraron con una loca y un perro.
- Que haces loca riendo en la oscuridad? - le grito alguien.
- Busco a cinco hombres!! - grito Bel a todo pulmón.
- Flaca acá tenes más de cinco para divertirte!!- grito alguien y todos rieron.
- Los que yo buscó son especiales, les gusta matar perros y violar y matar mujeres!!- con esas palabras hubo un silencio repentino.
Luego comenzaron algunos a reír y otros a hablar entre ellos.
- Vengo por los cinco, los demás si no se meten se pueden ir a dormir!- dijo con una sonrisa digna de una promotora de autos caros.
- Acá no hay violadores así que vete!!!- grito alguien y creyó reconocer la voz. Si! Era uno de ellos.
Miró a todos los hombres y dijo:
- No me reconocen?? Ya se estoy algo cambiada pero soy la misma que dejaron tirada en el descampado.
Otro silencio.
-Lucifer! Susurró - Tráemelos!!!
El perro parecía haber crecido el doble. Estaba enorme y gruñía horrible. Saltó hacia adelante y corrió hacia ellos.
Cayó sobre el primer hombre y le mordió el tobillo, no lo soltó lo iba llevando arrastra donde Bel.
Todo se volvió un caos, gritos, corridas y gruñidos.
Lucifer tiro al tipo a los pies de su ama y fue a buscar al siguiente.
Bel tomó al tipo de las ropas y lo levantó, el hombre le tiro una piña a la cara que ella supo esquivar,le sonrió con burla y comenzó a golpearlo con su puño.
Ella se sorprendió de su poder,su fuerza, su mano no dolía y la sangre que tenía en ella no le pertenecía. La cara de aquel tipo era una masa deforme y roja de sangre. Se había quedado inconsciente, ya no le servía y para no perder más tiempo le rompió el cuello.
Miró a Lucifer y estaba masticando la cara de otro de los cinco. El tipo aquel ni se movía.
- Lucifer!! No juegues con ellos! - dijo riendo.
En ese momento vio que tres hombres se acercaban, los demás habían huido. Cuando estuvieron a pasos de ella vio algo raro en sus frentes. Una marca roja que parecía brillar. Era un símbolo y no sabía que era. No era tiempo para pensar, después de matarlos lo haría.
Lucifer salto por detrás de uno de ellos y se prendió al cuello. El hombre gritaba.
Los otros dos se abalanzaron a Bel. Al primero no lo dejó ni lanzar el primer puñetazo, ella lo golpeó con fuerza en la mandíbula. El segundo la pateó en la pierna para hacerla caer. Ella cayó de rodillas, pero enseguida golpeó la ingle antes que la volviera a patear.
El del puñetazo aprovechó un descuido y la tomó del cuello con el brazo y apretaba con fuerza.
- No se quien sos, pero si viniste a vengarte de la putita de tu amiga te va a ir mal! - le hablaba con los dientes apretados de la fuerza que hacia.
Bel tomó con sus brazos los de él se inclinó con fuerza hacia delante y lo hizo pasar por encima de ella cayendo de espalda en el piso. Aprovechó su rapidez saltó sobre el y colocó su pie en el cuello. Apretó hasta que se rompió la tráquea. Miró por el piso hasta que encontró un ladrillo roto, fue hasta el tranquila, volvió donde estaba el cuerpo y empezó a golpear su cabeza hasta que el cráneo se aplastó.
Sólo quedaba uno y Lucifer lo tenía acorralado tirado en el piso. Él hombre temblaba y lloraba.
- Mira Lucifer, mira como llora! Y cuando nosotros dos llorábamos no les importó! - sus palabras eran duras, llenas de odio y bronca.
- Antes de que te mate tengo que agradecerte que gracias a ese " acto de bondad" que tuvieron de matarnos ahora soy lo que ves. - río contenta mientras el hombre la miraba sin entender.
Lentamente se arrodilló al frente del tipo, casi su cara rozaba la de él, ella veía como temblaba, se acercó más y tomó con sus labios los suyos. El hombre estaba duro de la sorpresa y no atinaba a nada. Bel tomó con sus dientes todo el labio inferior y lo mordió hasta romper piel y carne, él gritaba del dolor y quería sacársela de encima pero ella era tan fuerte que ni la movió.
Bel escupió el pedazo de labio. Y limpio con su brazo la sangre ajena.
Mientras se retorcía del dolor ella metió los pulgares en los ojos hasta que sintió húmedo u viscoso. Sacó los dedos de las cuencas oculares y se levantó.
- Todo tuyo Lucifer! - dijo mientras se giraba y se sentaba en un tronco que se veía que usaban de improvisada silla.

Cuando Lucifer término de romper con su mandíbula cada hueso de aquel tipo. Se marcharon. Los dos se miraron estaban tranquilos habían obtenido su venganza.
Tienes hambre "Precioso"?- dijo en tono dulce.
"Precioso" ladró una vez.
- Yo también!!!- dijo contenta.
- Vamos a casa, comeremos una rica carne. Tenemos que irnos pronto, hicimos mucho escándalo esta noche! Seguro nos buscaran. -
La noche estaba tranquila, aunque ya se escuchaba una sirena a lo lejos.

Hijas Del Bien,hijas Del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora