Primer movimiento

326 18 1
                                    

Todo comienza en Viena, en 1770.
Mi padre era Johann van Beethoven y mi madre María Magdalena Keverinch . Nací el 16 de un frío diciembre de 1770.
Mis padres decidieron llamarme Ludwig en honor a mi abuelo, el cual era un afamado maestro y músico y tutor de mi familia, tuve dos hermanos, Kaspar van Beethoven y Johann van Beethoven.
Ante la muerte de mi abuelo la condición moral y económica de mi familia pedía de un hilo, puesto a que mi padre en ves de ser un destacado músico,tal como lo fue mi querido abuelo, se entregó a los vicios y se hizo alcohólico. Mientras que mi madre se fatigaba ferozmente trabajando para tratar de sacarnos a delante.
Mi curiosidad por la música surgió a muy temprana edad un día que vi a mi padre sentado al piano, tarareando una melodía de Bach, lamentablemente estaba tan ebrio que presiono casi todas las teclas del clavicordio, ante esto mi padre se levanto y se marchó. Al quedarme sólo con aquel maravilloso instrumento, intente tocarlo con la gracia y precisión con la cual lo hacia mi abuelo, así que me senté en el banquillo y mis pies no alcanzaban los pedales y así nota a nota empece a explorar ese precioso instrumento. Mis padres entraron a la habitación a ver que sucedía y se quedaron perplejos al ver que estaba tratando de tocar una pieza de Bach .

Mi padre entro en un estado de sobriedad momentánea y tubo una idea.
-Este chico tiene madera para ser un músico, tal como su abuelo .
Al día siguiente mi padres total mente sobrio, me inicio en la música, con teorías y práctica al piano de forma férrea, pues mi padre quería convertirme en un niño prodigio tal como lo era Mozart.
A los cinco años tuve mi primer concierto en un clavicordio imperial, este concierto resulto un total fracaso puesto que ese día rompí cinco cuerdas a ese instrumento.
Hal llegar a casa mi padre me dio una golpiza, mis lágrimas de niño rodaron por mis mejillas. Mi madre y yo le suplicamos que parará y ante esto el me dijo :
-actúa en ves de suplicar.
Pero el tiempo paso y cuando tenía ocho años tocaba de forma virtuosa, más no sublimé, mi padre siempre me lo decía. En un concierto me escucho tocar el afamado organista Van den Eeden se ofreció a darme clases de forma gratuita.pero más tarde el tío Tobias, el cual más bien era compañero de bebida de mi padre empezó  a darme clases, pues era un músico mejor dotado que mi padre .

El Silencio en mi /BeethovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora