Capítulo 11 (Sin Editar)

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Llegó a casa y de inmediato la atacó Chris con preguntas acerca de la cachorra.

- Ella está bien, mañana se la podrán llevar a casa sus dueños - le informo ella.

- Que bien - dijo su pequeño con una gran sonrisa.

Se sentaron a comer y Ellie no dejaba de pensar en William Stewart. Se veía un hombre muy amable, alegre, cariñoso... Eran cualidades que la alteraban y la confundían; no solía confiar en las personas que se veían como él, pero William no parecía una mala persona, lo presentía.

- Planeta tierra a Ellie.

Ellie prestó atención a su familia y tanto Leila como Chris la estaban observando con bastante curiosidad.

- ¿Qué pasa mamá? - le preguntó Chris.

- Nada, cariño. Estoy cansada nada más.

Leila la estaba observando y claro que no le creyó absolutamente nada.

Tocaron el timbre de la puerta y Leila corrió para ir a ver si era su novio Shawn.

Ellie estaba feliz de que al fin encontrara a un hombre que la amara y se mereciera su amor.

- ¿Quién es usted? - preguntó Leila.

- Hola, me llamo William Stewart, mucho gusto

Ellie abrió mucho la boca y corrió hasta la puerta para ver si se trataba del mismo William Stewart que había conocido ese mismo día.

- ¿Qué demonios? - dijo en voz baja

- Hola Ellie - la saludó como si tuvieran alguna clase de amistad de años.

Leila la estaba viendo con bastante curiosidad.

- ¿Qué estás haciendo aquí?

No encontraba qué otra cosa que preguntar.

- En la veterinaria me han dado tu dirección, quería agradecerle a tu hijo en persona por salvar a Jingle - le respondió el con inocencia.

Ellie sintió una rabia inexplicable, ¿como rayos se atrevía a invadir su privacidad de esa manera?

Chris corrió al escuchar el nombre de la cachorra.

- ¿Usted es el dueño de Jingle? - le preguntó Chris acercándosele demasiado.

William Stewart se agacho hasta la altura de su pequeño.

- Tú debes ser el héroe de Jingle, mucho gusto, soy Will - lo saludó extendiéndole la mano.

Ellie se tensó de inmediato; detestaba con todo su ser que los desconocidos se le acercaran demasiado a Chris, Leila y a ella misma.

Leila lo notó y se le acercó y la tomó de la mano.

- Relájate - le susurró -. Ambas estamos aquí; no le hará daño

- Hola señor, me llamo Christopher - se presentó Chris, también ofreciéndole la mano - ¿Cómo está Jingle?

- Muy bien, ya mañana podrá regresar a casa con su dueña.

- ¿No es su cachorra?

- No, es de mi sobrinita Jesse - respondió William con amabilidad.

- Ok - fue la respuesta de Chris.

- Es hora de que el señor Stewart se marche - dijo Ellie bastante seria.

- Ven cariño - Leila llamo la atención de Chris -, es hora de tu baño.

- De acuerdo. Adiós señor Stewart - se despidió Chris.

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora