Para Agatha.
Y fumamos una cajetilla entera de cigarrillos bajo las luces de la ciudad, que estaba en pleno frenesí. Teníamos las mejillas sonrojadas de tanto reír, el cabello desordenado, los ojos brillantes y los corazones desbordantes de alegría.
Paseamos de la mano por el parque. Te abroché los zapatos, porque no sabías cómo hacerlo. Besé la cicatriz que tenías en el labio, me susurraste que te la hizo tu madre cuando tenías cinco años y vivías en el borde de un abismo que parecía no tener fin. Escuchamos a The Smiths y escribimos la letra de «Please, Please, Please Let Me Get What I Want» en la pared de mi departamento. Te fotografié mientras leías Orgullo y Prejuicio.
Esa noche dormimos abrazados con el sonido de la ciudad que nunca duerme.
Más tarde, encontré el libro de Jane Austen bajo mi cama. Doblaste la página y subrayaste una frase. Y también escribiste mi nombre.
«Muy pocos tenemos suficiente corazón para enamorarnos de verdad sin que nos den alas.»
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Nostalgia
Short Story❛ Y a pesar de todo, iría corriendo a buscarte. Te curaría las alas, te besaría cada herida, te abrazaría hasta recomponer tus huesos, te trenzaría el cabello con flores, te limpiaría las lágrimas. Pero, ¿harías lo mismo por mí? ❜