Capítulo 1

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Okay, después de mucho trabajo y hacerlos esperar tanto (aunque de seguro ya me ven como loca mentirosa) ¡AQUÍ ESTÁ EL ONE-SHOT!... Y lo más sorprendente de todo es...

¡YA NO ES UN ONE-SHOT! XD Como me está saliendo muy largo (sí, dije esta, ósea aun no lo termino :P) decidí dividirlo. Y por eso ahora será un Two-Shot (no sé si eso exista XD)

Pero bueno, espero que igual les guste, les dejaré la primera parte y, dentro de unos días más (espero), les tendré la segunda parte...

Nota: Este One... digo, Two-Shot está relacionado con "La Ultima Del Clan" así que, si no lo han leído igual los invito a hacerlo ya que entre ambos shot's se comenzará a producir un nuevo Long-Fic...

Ahora sí, ya no los interrumpiré... Nos leemos al final...

"EL HEREDERO DE UN REINO CAÍDO"

"¡Proteger a tu gente, es tu destino!"

La guerra había iniciado, y era su deber asegurar el futuro de su gente.

Aunque no le gustara, debía mantenerse oculto; para él eso era un signo de cobardía, pero, para su padre, era algo mucho más. "Un jefe protege a los suyos"día con día su padre le decía esas mismas palabras. Y es que, cuando se es el heredero de uno de los más grandes y fuertes reinos de todo el archipiélago, se debe estar preparado para todo... o al menos, eso es lo que su padre le decía.

Pero la situación en esos momentos no era la mejor como para dedicarse a recordar los sermones de su padre. No. Justo en esos momentos su hogar corría peligro. El enemigo era fuerte, y, aunque contaban con aliados poderosos y los mejores guerreros, el ejército enemigo los superaba en número. No podía simplemente permanecer ahí, oculto, mientras todos afuera se mataban por proteger el reino y también a él. Eso no era digno de un guerrero. Aunque claro, él no era el mejor guerrero, ni siquiera era considerado uno...pero, aun así, sabía que debía hacer algo, la pregunta era ¿Qué debía hacer? Eso, no lo sabía...

Gritos, llanto, y el molesto ruido producido por golpear metal con metal; eso era lo único que podía escuchar desde su escondite. Su escondite. Más que eso era un bunquer en el cual se resguardaba la familia real, así como los niños, mujeres y ancianos que, obviamente, no podían estar afuera combatiendo.

Debía tomar la iniciativa, y debía hacerlo ahora. Esperó a que sus "compañeros" se distrajeran para así poder escapar. Tomó una espada que se encontraba en el lugar por cualquier emergencia y se dispuso a salir. Aunque se encontraban alejados del peligro, era posible escuchar con claridad los ruidos de la batalla en curso, trató de no prestarle mucha atención y se dirigió hasta el establo en el cual se encontraba su amigo y compañero.

Un corcel negro lo esperaba, recibiéndolo con emoción y alegría por verlo a salvo. ¿Quién dice que los animales no pueden sentir y querer?

 ¿Quién dice que los animales no pueden sentir y querer?

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El Heredero De Un Reino CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora