La llegada del nuevo heredero había traído paz y felicidad al reino, pues el futuro de todos estaba asegurado. Lo que no sabían era que para proteger el futuro del reino, el heredero tendría que hacer grandes sacrificios. Sacrificios que pondrían en...
Siendo hoy 29 de febrero (¡EL CUMPLEAÑOS DE NUESTRO HERMOSO VIKINGO, HIPO!) Les dejo la segunda y última parte de este pequeño fic de dos capítulos :)
Que lo disfruten... Y nos leemos al final.
Nota: Este One... digo, Two-Shot está relacionado con "La Ultima Del Clan" así que, si no lo han leído igual los invito a hacerlo ya que entre ambos shot's se comenzará a producir un nuevo Long-Fic...
"EL HEREDERO DE UN REINO CAÍDO"
-3 AÑOS DESPUÉS-
Un joven chico de no más de diez años recién cumplidos se encontraba montando a su leal corcel negro como la noche. Ese singular par de amigos inseparables habían logrado convencer a la guerrera Buglar y su yegua a una carrera y eso era justo lo que hacían en ese momento.
Su cabello castaño se despeinaba a causa del viento que incluso se colaba entre su túnica verde; así mismo, la crin negra del corcel también era movida por el viento debido a la gran velocidad con la que corría.
El chico era muy entusiasta y realmente bueno como jinete. Si bien solo tenía diez años era excelente en ello. Su padre le había regalado ese caballo como regalo de cumpleaños número seis cuando el animal tendría no más de un mes de haber nacido. Desde entonces se habían vuelto inseparables y, en ocasiones sin autorización de su padre, pasaban todas las tardes practicando para convertirse en el mejor jinete y guerrero.
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Pero eso no importaba mucho ahora, lo que SI importaba era que estaban en una carrera y sus contrincantes eran realmente muy buenas, sin contar que tenían más experiencia.
-¡Vamos Chimuelo! ¡Tenemos la ventaja! ¡Vamos!-Le animaba continuamente a su corcel aumentando aún más la velocidad. Y era cierto, el "equipo Buglar", como había decidido nombrarlas, se encontraba a metros de distancia tras ellos.
Con forme más se acercaban a la meta, la mirada decidida de Hipo y la velocidad de Chimuelo eran aún mayores. Podrían ganar. Pero Hipo sabía que no debían confiarse, así que no dejaron de aumentar la velocidad.
El oxígeno de sus pulmones comenzaba a quemar, pero sin duda no se detendría; Chimuelo era un caballo demasiado veloz, pero también muy competitivo y, al igual que su jinete, era muy decidido. Le ganaría a esa yegua y se convertiría en el caballo más veloz del reino.
-Vamos amigo, vamos amigo...-Repetía una y otra vez inclinándose más hacia delante sobre la montura para ayudar en la velocidad.-Vamos, vamos, vamos...-Dijo con más rapidez al estar a solo metros de la meta.-¡SI!-Gritó con júbilo y los brazos en el aire al haber logrado llegar. Chimuelo se paró en sus patas traseras lanzando un relincho de victoria.- ¡Ganamos Chimuelo!-Continuaba diciendo con mucha alegría mientras le acariciaba el cuello antes de tomar nuevamente las riendas y buscar con la mirada a sus oponentes.- ¡En tu cara Thorey, te hemos ganado!-Le dijo al verla llegar junto a su yegua.
