Hay momentos de tu vida en que no estas completamente feliz, pero estas bien, tienes lo que necesitas, te das algunos caprichos y te da rabia no poder conseguir otros, te gustaría salir más, ver a más gente, que no acaben los ratos en los que te diviertes.
Pero todo tiene un fin, de repente alguien enturbia tu pequeño mundo de felicidad y todo se desmorona, solo sabes llorar y aunque estés con un montón de gente que en teoría juran preocuparse por ti y que les importas, ya no te importa nada, estas sola, deprimida, encerrada en ti misma, sin querer saber nada de nadie, sin querer dormir a no ser que el sueño te pueda tras derramar tantas lagrimas como sean necesarias hasta no poder más.