Capítulo 2: Mi reflejo

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No podía creer las palabras que salían de los labios de mi padre, era imposible. Nunca me gustó ese bosque, es más, me aterrorizaba, de pequeño nos contaban historias de brujas y fantasmas, pero nunca llegué a pensar que pudieran suceder de verdad. Estaba totalmente perdido en mi conciencia, no sabía que hacer. Antes de derramar otra lágrima, le dije a mi padre:

-¿Le han hecho la autopsia?

-Si... Ha sido un suicidio, estaba ahorcada sobre un pino, lo extraño es, esta llena de rajas. Los forenses se lo atribuyen a las ramas de las zarzas.

-Mamá no tenía motivos para suicidiarse.

-Los forenses son experto en estos casos, habrá que hacerles caso. Ve a darte una ducha, esta tarde es el intierro.

¿Que podría haber llevado a mi madre al suicidio? Ella era feliz, la acababan de ascender en su trabajo, tenia un marido y dos hijos. Es todo tan extraño. Hice caso a mi padre por lo que, con la cabeza cavizbaja, me dirijí a la ducha. Apenas podía mantenerme en píe, a sido todo tan derrepente. Me dispuse a desnudarme y una vez en la ducha escuché el llanto de mi hermana pequeña, ella tenía 7 años, supuse que mi padre se lo había contado, era muy duro para ella. Una vez terminado de enjuagarme, salí de la bañera y se fué la luz. Me agarre tan pronto como pude al lavabo pues el suelo estaba resbaladizo y no veía nada, entonces sucedió levanté la mirada hacia el espejo, un escalofrío recorrio mi cuerpo, la ducha producía un sonido de goteo, la habitación estaba completamente oscura pero aún así pude ver mi reflejo sobre el espejo. Tenía la mirada perdida, pero no fue eso lo que me llamó la atencion, fue la silueta de una mujer detrás mía, un sudor frío me recorrió la frente, respiré ondo y aun podía ver aquella silueta, me dispuse a dar la vuelta pero como era obvio no ví nada. La luz volvío y estaba solo en aquella habitacíon, me vestí lo mas rapido que pude y salí corriendo a abrazar a mi hermana. Ella estaba llorando, y sentí un gran alivio al poder estar junto a ella, no le quise decir nada a mi padre sobre aquella silueta, pues me tomaria por loco, y bastantes disgustos teníamos por hoy.

¿Tienes miedo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora