11:11. Te pedí a ti.

Día 17. (2/2)

A Katie se le iluminó la mirada leyendo eso último. Él estaba esperado por su llamada.

Fue hasta la parte superior de la conversación y, con el dedo índice, presionó suavemente en la pantalla justo donde estaba el símbolo verde simulando un teléfono.

Se llevó el aparato al oído y esperó la señal de que el otro móvil estaba operativo, así que se intentó distraer de todos los nervios arremolinados en el estómago contando el pequeño pitido hasta que se descolgó al otro lado.

–¿Hola? –Contestó una voz bastante varonil, profunda y potente.

Estuvo tentada a colgar cuando su pulso comenzó a temblar, su respiración se hizo un poco pesada por el ritmo tan rápido de su corazón y una gota de sudor cayó de su frente por su sien.

Su voz era fuerte pero no grave, era tranquila y algo ronca, pero la profundidad que tenía no dejaba apreciar esto último. Era una voz sexy.

"Increíblemente sexy", destacó en un pensamiento.

Tenía que tener cuidado para que el teléfono no cayera de su oído sobre la cama y rebotara hacia el suelo, acción que ya le había pasado otras veces antes aunque por otros motivos, como por alguna llamada con su mejor amiga en la que se emocionaba demasiado y acababa sucediéndole eso.

Por otro lado, él estaba aguantando la risa pero esperando con ansias una contestación de Katie. La tierna Katie que tenía apariencia de chica ruda y que podía serlo a veces, como en los primeros mensajes que le mandó, pero en realidad era un trocito de cielo.

Cierto era que ya había oído su dulce voz otras veces, bastante más de las que le hubiera gustado por el sitio donde él trabajaba, pero ahora era dirigiéndose únicamente a su persona y no hablando con alguno de sus compañeros.

Se sentía un adolescente experimentado el amor por primera vez aunque, de hecho, era la primera vez que sentía tanto por una chica a pesar de tener 32 años.

¿Amor? Ni él mismo lo sabía, pero lo que sí sabía es que era "algo".

–¿Katie? –Insistió un poco él.

La joven de pelo azul sintió su corazón latir acelerado e intentaba decir algo, pero no le salía aunque quería contestar. La voz de "Des" diciendo su nombre era de los mejores sonidos que había escuchado jamás.

–Hey... –Atinó a decir y le oyó reír levemente a él.

Katie se sintió morir al oír el sonido de su risa. ¿Qué demonios le estaba pasando? Ella no sentía este tipo de cosas por ningún hombre.

No desde su ex-novio, Blake, hacía tres años, cuando lo encontró con dos chicas en la parte trasera de una discoteca. Ahí fue donde pensó que jamás volvería a sentir nada, por mínimo que fuera, hacia otra persona del sexo opuesto.

Hasta lo juró solemnemente al lado de Abigail con dos vasos de tubo llenos Vodka con hielo en las manos en medio de los aparcamientos de la playa, pero ese juramento no creía que fuera tan en serio al recordar el estado en el que ambas estaban.

Después de eso, acabaron en comisaría pero no recordaba porqué. Creía que por haberse metido en una pelea cuando otro grupo de jóvenes comenzó a molestar al suyo, aunque no estaba muy segura.

Ella solía acabar en comisaría o rodeada de policías muchas veces, sobretodo por su trabajo en un bar de día-discoteca por la noche, donde la mayoría de jóvenes no sabían beber y acababan peleándose.

Volviendo al tema.

No solo estaba el haber jurado no tener sentimientos por ningún hombre, también estaba el hecho de que no conocía al que estaba al otro lado de la línea telefónica. Sabía su edad y, ahora, su voz, pero nada más.
¿Se podía estar enamorada de una voz? Porque si era así, Katie se había enamorado.

–Hasta que respondes. ¿Pasa algo? –Preguntó él con curiosidad.

–No, todo bien. Me ha impresionado tu voz. –Se sinceró un poco.

–¿Gracias? –Él levantó una ceja al otro lado aunque ella no le podía ver.

–De nada. –Sonrió con burla y se llevó la mano libre a la cara. Estaba ardiendo.

Levantó la cabeza y se miró en el espejo frente a la cama donde estaba sentada. Sus mejillas estaban rojas como no las había visto antes y las puntas de sus orejas no se quedaban atrás, sin contar el brillo tan extraño que tenían sus ojos por primera vez.

–Bien, ¿qué quieres decirme? –Le dijo él tranquilo.

–Dime cómo te llamas. –Él rió y negó con la cabeza al otro lado.

–No. –Ella gruñó.

–Vamos, Des... ¡No puedo llamarte así por teléfono! –Exclamó.

–No se oye mal. –Bromeó él.

–¡Por favor! –Se levantó de la cama y paseó por la habitación.

–¡No me lo puedo creer! –Exclamó él con fingida sorpresa.

–¿Qué? –Dijo extrañada.

–¿Katie Woods me está rogando? –Ella paró de caminar y su extrañeza solo aumentó.

–¿Cómo sabes mi apellido? –Cuestionó con algo de asombro.

Él se mordió la lengua con fuerza por haber hablado de más, aguantó un poco la respiración y la fue soltando poco a poco para que ella no se diera cuenta que había metido la pata al haber hablado de más.

–¿Des? –Preguntó cuando él no respondió.

–Trabajo. –Katie hizo un silencio.

–¿De qué coño trabajas para saber tanto de mí? –Se sentó en el borde de la ventana por dentro de la habitación.

–Te vas a caer, malhablada. –Dijo y ella se levantó con un rápido impulso mirando hacia la calle.

Miró a todos lados buscando a alguien hablando por un teléfono móvil o algo similar pero no vio a nadie, al menos no a pie, así que miró las casas de alrededor aunque todas las cortinas estaban cerradas.

No había nadie a la vista.

Quizás, no había nadie a su vista.

–No me vas a ver, Katie, deja de buscarme. –La diversión en su voz era tan real que Katie se sintió molesta.

–Que te den. –Frunció el ceño y le colgó el teléfono adentrándose en su casa.

Mientras, él reía a carcajadas sentado en su coche particular aparcado en la acera frente a la casa de ella pero en la esquina más alejada, en un punto muerto a la vista de su ventana.

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¡Hola, hola!

No suelo hacer esto, por no decir que nunca lo he hecho y es la primera vez que lo hago, pero estos dos capítulos enlazados van dedicados a AngyDAP93 *guiño, guiño*

¿Qué opináis de esta llamada? ¿Ya tenéis una idea de quién es "Des" o a qué se dedica o todavía no?

Me encanta generar esta intriga😂

¡Nos vemos!

Kat.