Capítulo 2

80 9 3
                                    

-¡Harry!, ¿¡cariño que ocurre!? – preguntó Anne preocupada al borde de la desesperación mientras escuchaba a Harry vomitar brutalmente.

La mente de Harry estaba totalmente en caos, recuerdos y más recuerdos explotaban en su cabeza como si estuvieran tomándole miles de fotos con flash - Diablos. – murmuró Harry adolorido, mientras se sentaba al lado del retrete con la espalda contra la pared y las manos a los costados de la cabeza haciendo presión, intentando disminuir el dolor y hacer a todas esas imágenes desaparecer

- ¿Qué diablos fue eso? – le preguntó Anne molesta por la situación.

- No lo sé, no me siento bien. – respondió pálido, sobándose el estómago mientras los flashes comenzaban a cesar lentamente y su corazón volvía a latir a un ritmo normal

- No iras al colegio, te voy a llevar al hospital y le diré a Gemma que le pida los apuntes a uno de tus amigos – Anne parecía regañarlo como siempre que se enfermaba, pero él sabía que no estaba enfadada con él sino con el virus que lo atacaba así sea de fiebre, gripe, un simple resfrió o lo que sea que le estaba pasando en ese momento.

- Está bien – respondió Harry lo más claro posible.

Luego de llevarlo al hospital y que los doctores le digan que no tenía ningún problema, que todo en él se encontraba en perfecto estado, volvieron a casa totalmente atontados, era imposible que no tenga aunque sea un poco de fiebre o algo medio-mal en el hígado.

- Los doctores de aquí no son más que unos inútiles, malditos cabezas vacías es increíble que hasta en Londres los hospitales funcionen de esta forma – decía Anne furiosa.

- Ya mamá, estoy mejor, no me duele nada, debió de haber sido una simple descompostura momentánea y ya. – decía Harry en un tono bajo y tranquilo, intentando calmar a su madre. Y aunque no logró calmarla al menos la dejó callada porque no volvió a hablar hasta que llegaron a casa.

Unos minutos más tarde llegó Gemma con los apuntes de Harry.

- ¿Te sientes mejor? – preguntó Gemma mientras le acariciaba el cabello de forma tierna y suave.

- Sí, ¿Trajiste mis apuntes? – Preguntó Harry – Espero que se los hayas pedido a Liam o a Niall porque Zayn nunca copia nada – dijo con indiferencia.

- No se los pedí ni a Liam ni a Niall – respondió Gemma y Harry dio un largo suspiro porque era cierto, Zayn nunca tomaba apuntes, pero se sorprendió cuando Gemma siguió – Ni a Zayn. – Harry la miró confundido.

- Y entonces se la pediste a...? – dijo esperando a que Gemma terminara la oración.

- Déjame contarte algo... pero primero ¿Dónde está mamá? –

- Salió con la tía Francisca – respondió con pocos ánimos sabiendo que lo que Gemma contaría seria aburrido, algo que tenga que ver con Botánica o Astronomía, lo de siempre. El aceptaba que era igual de aburrido que su hermana mayor, hasta disfrutaba de serlo, pero irónicamente no le gustaban para nada las personas igual de aburridas que él, siempre se había guiado más por aquella famosa frase de una de sus leyes físicas favoritas: "los polos opuestos se atraen y los iguales se repelen" aunque claro también estaba esa otra teoría implícita que se aplicaba a todos: "a nadie le atrae la gente aburrida"

- Bueno, hoy conocí a un chico – dijo, y Harry comenzó a sentirse... ¿Celoso? – y es un chico muy lindo en realidad, es carismático y simpático, tiene unos ojos azules-celestes-claros-hermosos que te derriten – siguió Gemma con una enorme sonrisa que se quedaba plantada en la cara y no tenia intenciones de borrarse, lo que lo hizo sentir aún más celos, cosa extraña ya que Harry nunca había sido celoso de su hermana, aunque algo le decía que no estaba celándola a ella, sino a alguien más.

- ¿No sabes su nombre y ya estas enamorada? – preguntó Harry apretando los dientes.

- Claro que se su nombre idiota, Louis – respondió con brillos en los ojos mirando a la nada y luego dijo – Va en todas tus clases, pero es 2 o 3 años más grande que tú – cuando vio que Harry estaba totalmente pálido al borde de un desmayo, se asustó - ¡Harry! ¡¿Qué ocurre?! – intentó agarrarlo del brazo para que no se tambalee pero se desplomó en el suelo y sus ojos ya no respondierón.

***

Anne gritaba como loca a un doctor, mientras este intentaba calmarla diciéndole que si seguía gritando de ese modo iba a despertar a Harry.

- ¡Y ESO ES LO QUE QUIERO!- gritaba como loca.

- Señora, déjelo descansar un momento, no le ocurre nada solo se le ha bajado la presión un poco, aunque tampoco hay muchos indicios de que eso haya ocurrido– contestaba el doctor ya un poco asustado y tenso por la actitud de osa mayor que estaba tomando.

- ¡Yo lo dejo descansar si usted deja de mentirme y me dice que es lo que tiene mi bebé! – dijo ya un poco más calmada, casi hablando entre dientes, lo que hizo al doctor ponerse más tenso comenzando a creer que lo golpearía allí mismo.

- Es que no tiene nada malo en su organismo, esta todo completamente bien, signos vitales regulares, órganos internos en perfecto estado y un pulso que todos los adolescentes y ancianos envidian – intentó calmarla con un chiste, lo que fue una mala idea ya que Anne se puso aún más histérica pero cuando iba a gritarle Harry se adelantó a hablar.

- Mamá, basta – dijo con los ojos bien abiertos y risueño mientras se quitaba todas las agujas, y se levantaba de un salto, se sentía mejor de maravillas y no iba a guardárselo para él – Me siento mejor que nunca, creo que podría bailar en este momento, pero mis pasos de baile fueron adquiridos de mi grupo de amigos así que solo me avergonzaría y no tengo ganas de ello, o también podría cantar pero aún soy un poco tímido en cuanto a eso así que mejor me callo, porque estoy hablando demasiado y demasiado rápido – y la verdad era que estaba haciendo exactamente eso. Anne estaba totalmente ida, no lo entendía, esa mañana había pasado exactamente lo mismo y le costaba encontrar una razón o pensar en alguna enfermedad que se aplicara a los síntomas de Harry.

- Okay, vamos. – dijo Anne aun pensando en lo extraño que había sido todo aquello mientras tomaba las llaves.

- Si, mejor que nos vayamos ahora ya son las 10:00 de la noche y yo aún no copio mis tareas. – coincidió Harry sintiéndose un poco nerd, aunque aceptaba que era inteligente y en el colegio solo obtenía sobresalientes, nunca se había considerado un nerd.

Cuando llegaron a casa, Anne dijo que no comería y se iría a dormir porque había sido un día de "chiflados", palabra que nunca utilizaba.

- Gemma, ¿Qué vamos a comer? – dijo Harry incitándola a que cocine.

- Lo que cocines – respondió Gemma con una sonrisa de victoria – Cuando esté la comida me llamas – terminó y se dirigió hacia su pieza.

- Está bien – dijo Harry medio furioso. Mientras pelaba papás alguien tocó la puerta provocando que Harry se asustara y raspara su dedo con el filo del pela papas, fue corriendo a buscar una bandita ya que si no hacían presión sobre su herida no parecía que hasta podría desangrarse como siempre le ocurría cuando se lastimaba, luego de colocarse la bandita en su dedo índice*1 , corrió a abrir la puerta aun acomodando su bandita y cuando levantó la mirada se quedó totalmente petrificado, admirando aquellos ojos celestes, aquel cabello castaño y aquella sonrisa contagiosa que se le hacían tan familiar.

*1 de la mano izquierda para aclarar

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 18, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Childhood Memories «Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora