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Dejé de abrazarlo y cuando iba a hablar, le vi la cara. Ignoré su comentario ya que me había preocupado más por otra cosa.

-¿Qué te pasó?- Dije serio.
-Nada.
-Tu... rostro...- Tenía unas ganas inmensas de llorar, no soportaba verlo tan lastimado -¿Porqué no te defendiste como siempre lo haces? ¿Eres idiota o que?- Le hablé con un tono tan duro que hasta a mí me dolió pero realmente me molestaba lo que estaba ocurriendo.
-¿Y tú cómo quieres que pueda con 6 chicos, eh? tú debes tener súper poderes para lograr esquivar los golpes de todos, ¿no Jos?. Tú no eres un idiota porque tú lo habrías matado a todos, ¿verdad?. Yo soy el idiota por no haberme defendido, ¿no es así Jos?.- Dijo casi gritándome. Él realmente explotó. Dejó salir todo lo que pensaba y fue muy hiriente.
-Alonso, cálmate- le dije tranquilo.
-"Alonso cálmate"- imitó mi voz. Esto comenzaba a hartarme -Tú no eres nadie para decirme eso así que cállate.
-¿Quién te crees tú, eh? Solo eres un niño estúpido con baja autoestima que nadie quiere.

¿Porqué dije eso? ¿Porqué habló antes de pesar?... ¿Porqué me molesto con tanta facilidad?.

-Nunca vuelvas a hablarme. Arruinaste mi vida, Jos- Dijo con un nudo en la garganta y con sus ojos cristalizados para después, irse caminando en dirección a su casa.

Supe qué todo había terminado ahí. El dijo cosas que me dolieron y yo también le dije unas. Creo que mi elección final ahora será regresar al trabajo y quedarme ahí el resto de mi vida.

POV ALONSO

Me encontraba caminando con dirección a mi casa con lagrimas cayendo de mis mejillas. Yo realmente no quería decirle todo eso pero mi día había sido tan doloroso que ya no aguantaba. El me dijo algo que me dolió tanto que quise salir de ahí antes de que él me viera llorar a causa de su comentario.

Espero que no se tome en serio lo de que no me hable jamás.

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NARRADOR POV

Alonso no fue a la escuela por una semana porque quería que todos los problemas disminuyeran, en cambio, los problemas aumentaron.
Se encerró en su cuarto y no salió en una semana. Ni siquiera dejó que su madre le curará las heridas, incluso bajaba sólo de noche por comida.

Pensó en suicidarse.

Es increíble como los comentarios de la gente pueden llegar a afectar a una persona a tal grado de querer terminar con su vida por "no ser normal".

No hubo ni una sola aparición por parte de Jos en toda la semana. Alonso se sentía aún peor por eso... creyó que realmente había alejado a Jos.

La siguiente semana, Alonso fue obligado por su madre a ir a la escuela. Tenía que ir en autobús ya que le seguía doliendo todo el cuerpo y no podía caminar. Vería a Jos, eso era seguro.

Alonso se aproximaba a la parada de autobuses y divisó a Jos sentado en la banca, esperando el autobús con sus audífonos puestos... como siempre. Alonso sonrió levemente y fue a sentarse en la banca.
Sintió como Jos lo miró pero lo ignoró al instante.

El camión llegó y Alonso subió primero. Sentándose con la esperanza de que Jos llegara a sentarse junto a él, como siempre. Pero no fue así.

Alonso se encontraba triste y desanimado. Había alejado al ojimiel con su actitud. Tenía la cabeza baja mientras esperaba a que el autobús llegara a su escuela para volver a sufrir en ese lugar.

Y ahí estaban los dos. Sentados, en lugares separados sin hablarse. Como si no se conocieran.

Pero Jos no se resistió a voltear a ver a Alonso.

-Oye... - Alonso sintió que alguien se sentó a su lado. Reconoció esa voz al instante.
-Jos...- Dijo volteado a verlo.
-Prométeme que estarás bien.
-¿A qué te refieres?.
-Ahora que todas las mañanas serán como esta, fingiendo que no nos conocemos, y las tardes sin vernos... quiero estar seguro de que vivirás feliz -Jos tenía unos ojos llenos de angustia.
-Seré feliz... te lo prometo.- Respondió el ojiazul con una leve sonrisa.

El autobús se detuvo. Aquí bajaba Alonso para llegar a la escuela.

-Ya tienes que bajar...- Habló Jos con tono triste -prometo no volverte a molestar después de esto.

Y fue ahí donde el ojimiel le robó un beso al pequeño.
Un beso rápido pero dulce.

Jos se paró de el lugar y camino hacia el otro lugar donde se encontraba hace unos minutos.

Alonso se quedó pensativo y bajó del autobús.

Él sabía que Jos hablaba en serio. Jamás volverían a cruzar palabras, pero era lo mejor.

Aún así... Alonso sabía que no amaría a nadie como lo amo a él.

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FIN
















JJAJAJAJA la verdad es que estoy viendo si la dejo así o hago un capítulo final... ya veremos ah.

El de los audífonos | Jalonso VillalnelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora