Cap. 32 Te amo demasiado.

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Maratón recta final

Miro el papel doblado que tengo sobre mis dedos, quienes juegan con él.

No sé si lo que escribí esta bien o no, pero espero que conmueva al menos a uno.

Me levanto del sofá al escuchar la bocina proveniente del auto de Willy. Tomó la chaqueta de cuero negra que están a un lado mío para colocármela. Luego tomó las llaves y mi celular, que los colocó en mi bolsillo de la chaqueta junto al papel. Camino hasta la puerta y salgo de la casa. Pero antes de cerrarla puerta, me quedo observando la sala un rato.

Han pasado tan solo dos días desde su muerte, y el silencio en la casa es horrible, no sé cómo viviré con él.

Cierro la puerta y prosigo a ir hasta el auto, pero me detengo al ver las rosas, haciendo que un leve recuerdo de Jodie regañando a Vegetta por quitarle unas cuantas para dármelas. Eso me da una idea.

Me acerco al arbusto y quito una con cuidado de no pincharme con una espita.

(...)

Llegamos al cementerio y me impresiona ver a tanta gente, incluso hay algunos fans de ellas con cartas, hay gente que nunca creí volver a ver: ex compañeros del instituto, los primos de Jodie, también los tíos... Wow. Me doy el tiempo de saludar a todos.

Lo que no me gusta de estos eventos es el hecho de que te digan "lo siento". No sé por qué me incomoda tanto el que me pidan perdón de algo. Pero bueno, siempre se agradece el cariño que te dan en estos momentos, pero por cada abrazo que daba, las ganas de llorar volvían.

Una media hora después comienza el funeral. La familia se y cercanos se sientan y los demás están parados al rededor.

Se me quedaron los lentes de sol en casa, no quería que la gente me viera llorar. Ahre, casi.

Pasan unos minutos y es hora de las palabras.

Nos organizamos para esto. Primero la mamá de Jodie. Su discurso me dejo los pelos de punta y no logre contener unas cuantas lagrimas las cuales quite rápidamente. Luego siguieron algunos familiares, que contaron anécdotas y buenos momentos que lograron sacar algunas risas y soltar un poco la tensión. También salió un grupo de fans de ellas a hablar. Decir maravillas de ella y que aman la manera en la que escribía. Hasta que me tocó a mí, y unos nervios horrorosos me atacaron.

Me levanté de la silla y caminé hasta el lugar en el que tenía que hablar.

Busqué el papel en mi bolsillo y lo saqué. Lo desdoble y estire.

Carraspeo mi garganta.– Bueno, a mí no se me dan muy bien estas cosas, pero lo intentaré... Jodie era la que escribía y decía palabras bonitas.–digo con una risa nerviosa. Bajo la mirada al papel y comienzo a leer mientras las vamos me tiemblan un poco–. Jodie era mi mejor amiga, mi hermana de otra madre. Alguien con quien podía contar en los buenos y malos momentos. Con quién podía jugar y pelear por qué programa ver. Ella siempre me alegraba el día, y sigo sin saber cómo. No sé si porque se reía por todo, o porque decía cosas tontas que daban risa.

"Aún me acuerdo la primera vez que nos vimos, y como comenzamos a ser amigas. También recuerdo el dolor que sentí cuando me mudé y deje Noruega... Ese dolor es bastante similar al que sentí cuando me informaron del accidente, pero no se compara con el que siento ahora.

Hermanos Doblas | Vegetta y tu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora