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Maratón recta final.


Ya han pasado unos cuantos días... Y las cosas no han ido del todo bien para algunos. Como a Rubén y Aylin, que terminaron. Se me hace inevitable sentirme culpable por ello. Lo que dije en el hospital no estuvo bien. Estábamos asustados y decíamos tonteras.

Después de la ruptura, invite a Aylin a dormir en casa por un tiempo, ya que no quería estar sola. Y ese tiempo se pasó de la cuenta. Mangel, Rubius y Alex se fueron ya a España hace dos días y ella se quedó. Yo duermo en la habitación de Jodie, y Aylin en la que era mía.

Y sí, ya le conté que tengo planeado que ella viaje conmigo si es que ganó el concurso. Se puso muy feliz.

En cuanto a mí. Estoy mejor. Pero para qué vamos a mentir, el dolor sigue allí. Por más que llore no se va del todo, siempre vuelve. Se me quitan las ganas de comer, de seguro baje unos dos kilos con lo poco que he comido.

Willy está mejor, sonríe casi igual que antes, y graba con la energía de siempre.

En turno actual, estoy sola en icasa. Aylin quiso dar una vuelta por la playa. Yo quince quedarme, porque aún no ando con los ánimos, y también porque hoy es la respuesta del concurso. De todas maneras, si salía o no, la podría ver por el celular, pero ya comenté que no tengo ánimos.

Últimamente tengo una rutina, que es pasearme por toda la casa recordando momentos por la mañana, leer el libro de Jodie por la tarde y por la noche llorar mientras me ducho y antes de quedarme dormida.

No puedo ser fuerte las 24 horas del día.

Ahora estoy leyendo el libro, y no puedo dejarlo. Es raro saber que fue eres la protagonista, pero a la vez me siento importante. Si Jodie estuviera aquí, ahora, no pararía de reírme de las escenas del libro junto a ella.

Cuando tocan las 4 de la tarde, Aylin aún no llega, al igual que el mensaje del concurso. Tengo los nervios al máximo, ya me estoy desesperando.

Pero a las 4.10 mi celular suena por un correo. El concurso.

El corazón comienza a late a mil por segundo y mi respiración se acelera. Tomó el celular con las manos temblando. Le desbloqueo y leo el correo ansiosa, bueno, no lo leo, solo busco palabras claves como: "gano" "quedó en" "gracias por participar" o cosas así.

- No me lo creo.-digo en un chillido.

Me agrada comunicarle que ha ganado el concurso de fotografía, con la mejor imagen que demuestra...-esas son las palabras que me emociona y me provocan ganas de gritar a los cuatro vientos.

¡GANE EL MALDITO CONCURSO!

Dejo el celular en el sofá para pararme y comenzar a correr y saltar por toda la sala.

-¡Gane! ¡Voy a viajar por el mundo! ¡Fui la mejor foto!- comienzo a gritar por todas partes como una niña pequeña.

Vamos, quien no lo haría.

Río y sigo saltando de felicidad, sin morder creerlo a un.

¡GANE!

Cuando ya estoy un poco-muuuy poco- más calmadas, tomó el celular y me meto a contactos para marcar el número de alguien y contárselo. Pensé en llamar a Rubén, pero luego creí que lo mejor sería avisarle a Vegetta, pero también mi mamá es prioridad... O el padrino.

Pero luego mi sonrisa de felicidad se vuelve una más piadosa.

Una gran idea se me vino a la mente. Ya sé quién será el primero en saber.

(...)

Con un pequeño girasol en la mano camino por el sendero hasta llegar al
sitio en el que está Jodie. Cuando ya estoy frente a la tumba me siento con las piernas cruzadas. Me inclino un poco y dejó la flor encima. Me tomo unos segundo en controlar un poco mi corazón que se aceleró con la pena.

- No sabes las noticias que te traigo... O quizás si lo sabes, no lo sé. Quizás me estabas espiando mientras leía el mensaje, o quizás no... Como sea.-me concentro en el tema-. Hoy me dieron la respuesta del concurso... Y yo gane.-colocó una sonrisa triunfante-. Aún no me lo puedo creer.-río nerviosa-. Eres la primera a quien se lo digo, tienes que estar feliz por ello, se lo podría haber dicho a Vegetta por ser el modelo.-digo apoyando mis codos en mis piernas-. ¿Sabes qué? Le voy a contar ahora, junto a ti, para que escuches su reacción.-levanto un poco el trasero para sacar el móvil.

Lo colocó frente a mí y comienzo a buscar el número de Vegetta, cuando lo encuentro, lo marco. Se tarda unos segundos en contestar.

- Hola amor.-saluda.

- Hola guapo, tengo buenas noticias.-me muerdo el labio, sin dejar de sonreír.

- ¿Qué pasó?

- Eres el modelo de la foto que ganó el concurso.-le comento.

Se lo queda pensando unos segundos, hasta que lo comprende.

- No puede ser, ¿ganaste?-pregunta muy alegre.

- Sí.-digo acompañado de una pequeña risa.

- ¡Felicitaciones! Te dije que lo lograrías.

- Sí, me lo dijiste.-digo recostándome en el pasto.

- ¿Se lo contaste a alguien más?

- Eh...

Dudo decirle lo que hice, porque no sé cómo decirlo de una manera en que no parezca loca: "si, se lo acabo de contar a la tumba de Jodie" o "se lo acabo de decir a Jodie, que está a mi lado". Al fin y al cabo digo:

- Vine al cementerio y se lo dije a Jodie.-un poco dudosa.

- Oh... Qué lindo.

- Sí... Últimamente estoy muy cursi.-digo con una pequeña risa.

- Esta bien, fue lindo lo que hiciste. -asiento.

Nos quedamos en silencio unos pocos segundos sin saber qué decir.

- Bueno, te dejo. Voy a llamar a mi familia.-le informo.

- Esta bien, te dejo. Te amo.

- Yo también te amo.

Quito el teléfono de mi oreja y cuelgo. Lo dejo sobre mi estomago mientras me quedo mirando el cielo, imaginando que Jodie está acostada a un lado mío, disfrutando del momento junto a mí.

Suspiro.

No sé cómo sentirme. Feliz, triste, deprimida... Son muchos sentimientos a la vez...

- Todo va a estar bien...-me digo a mí misma-. Viajaré por el mundo con Aylin, y disfrutaremos cada momento.

Hermanos Doblas | Vegetta y tu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora