Capítulo 3 Eres solo mía

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Llegamos a un hotel casi a las afuera de la ciudad, lo más probable donde no nos podrían reconocer. Al menos eso pensé hasta estar en recepción.

-Hola Señor Bieber, es un placer volverlo a ver por aqui. ¿Desea la habitación habitual? -pregunto el hombre detrás del mostrado sonriendo

-No, mejor dame una diferente.- responde Justin algo cortante

-Esta bien.- dice ty comienza a teclear en la computadora, sube la vista del monitor y al verme automáticamente sonrio algo coqueto.

-Ohhh esta usted con su hija, es muy hermosa. ¿Desean habitaciones separdas o una de dos camas?- pregunto mirándome aun con esa sonrisa coqueta. Mire a Justin quien parecía estar tenso y algo enojado.

-Primero no es mi hija, segundo deja de mirarla de esa forma y tercero dame la maldita habitación de siempre.- dijo con una voz tan profunda que los cabello de mi brazo se erisaron.

El chico se tenso de imediato, le paso la llave de la habitacion. Justin la tomo de mala gana de su mano y tomo mi mano por la muñeca. Comenzó a caminar atrastrandome hasta el elevador. Presionó el botón de este, a los poco segundos las puertas se abieron y nos adentramos en el. Mi muñeca ya dolía de tanto que la apretaba. En cuanto las puertas se cerraron, espere unos minutos pero no me soltaba.

-Justin me estas lastimando.- susurre mirando su mano en mi muñeca, la cual soltó rápidamente.

-Lo siento, ¿te duele?- pregunto mirándome a los ojos, su expresión ya se había suavizado.

-Estoy bien.- Sonreí para tranquilizarlo y sobe levemente mi muñeca.

-No quería hacerte daño, es solo que...- se quedo en silencio por unos segundos- Me enoja que te miren así, eres solo mía.

Sin decir otra palabra me beso. No fue un beso tierno, sino que desesperado y apasionado. Colocó ambas manos en mi rastro para atraer me más a el. Sentía la necesidad de romper con el beso por la falta de aire, mas él no me dejaba. El sonido de las puertas al abrirse nos interrumpio. Justin se separo de mi tomándome por la mano y llevándome junto a el. Caminamos un poco hasta llegar a una puerta, Justin introdujo la tarjeta abriendo la puerta y adentrándonos en el cuarto.

Era un lugar hermoso, sumamente grande. Una cama matrimonial en el centro, muebles y un hermoso balcón. Algo lujoso pero sencillo. Camine hasta la cama y me acomode en ella, poco después unos brazos me rodearon la cintura. No quería girar, sabia quien era y me gustaba tenerlo así de cerca. El comenzó a acariciar me espalda haciendo que poco a poco me fuera quedando dormida....














Me encontraba caminando por un pasillo largo totalmente oscuro. No sabía a donde iba o porque, mas mis piernas parecían moverse solas. Llegue al final del pasillo llegando a una habitación. Las cortinas se movían por el aire que entraba del balcón, entonces escuche unos sonidos raros. ¿Gemidos? Camine hasta lo que parecía una cama. Se encontraban dos personas en la cama teniendo relaciones. No se podía ver la mujer ya que estaba de espaldas, pero el hombre se podía ver mas que claro. ¿Justin? Tape mi rostro con mis manos para evitar llorar. Una mano tomo la mía y la aló para quitarla. Estaba Justin frente a mi con una sonrisa cínica en su rostro. Intenté empujarlo pero el era demaciado fuerte. Cerré los ojos intentado hablar, mas las palabras no salia.

Habría mis ojos asustada, tenía una ligera capa de sudor sobre mi cuerpo y la respiración agitada. Busque a Justin a mi lado, peor no estaba. Me encontraba sola en la cama. Me puse de pie, tome las sábanas para rodear mi cuerpo con ellas, camine por toda la habitación, pero estaba completamente sola. Suspire pesadamente. ¿Donde podría estar? Sali al balcón para sentarme en una de las sillas. Mire la hermosa noche, se podían ver las estrellas y una reluciente luna. Sin darme cuenta fui cayendo en los brazos de Morfeo...











Podía sentir algo frío por mi rostro haciéndome cosquillas. Me moví incómoda en la superficie blanda en la que estaba. Abrí los ojos poco a poco mientras la luz se filtraba en estos. Cuando ya estaban adaptados mire a mi alrededor; me encontraba en la cama. Escuche una pequeña risa ronca y mire a mi lado, dando con un Justin despeinado. Estaba recostado de su brazo y a su vez su brazo formaba en triángulo desde su cabeza asta la cama. Estaba sonriendo muy risueña mente, mas eso no me sorprendió. Me incorpore en la cama para poder sentarme.

-¿Como llegue a la cama?- pregunte bostezando

-Yo te traje, estabas dormida en el sofá.

-Cierto..- susurre, frunsi el ceño y lo mire a los ojos. -¿Donde estuviste anoche?- pregunte directa.

-Solo salí a caminar.-dijo rapido, parecía estar nervioso.

-¿A donde?- enarque una ceja desafiandolo a mentirme

-Muy lejos de aquí...- susurro

-Justin.- dije en forma de advertencia

-¿Quieres desayunar?- pregunto levantándose de la cama.

-¡No ebadas el tema!- grite caminando detrás de el.

-Solo no quiero hablar de eso ahora, mejor vamos a comer algo.- dijo en una suplicar por terminar con el tema.

-Esta bien, pero solo porque tengo hambre. Luego me tendrás que decir todo y con lujo de detalles.- Sonreí señalando lo con el dedo.

-Claro princesa.- sonrió y me abrazo por la cintura para darme un tierno beso.

-Vamos a comer.- dije ceparandome de el y comenzando a caminar.

Estoy muy segura de que algo me oculta algo. Estaba nervioso y algo raro. No me agrada cuando se comporta de esta manera. Solo espero que no sea algo tan malo porque de verdad que comienzo a amar a este hombre mas que a nada en este mundo y me dolería como el infierno el perderlo....

Pero... ¡Es el Padre de Mi Mejor Amiga! |Segunda temporada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora