Jóvenes Extraños

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Era un simple noche oscura, yo recordaba aquellos ojos de esa mujer, unos color marrones oscuros, que con el sol se volvían café, nos vimos solamente una vez, una tarde extraña, con fachas que no ayudaban a distinguir la belleza, solo distinguí su sencillez, su forma de hablar y entretener, lo nerviosa que estaba porque fue la primera vez, que encontró un chico que no era, como los que conoció.


Nos conocimos gracias al ambiente social que llevamos en común, era una chica espectacular sin duda alguna, como olvidarme de ella, gracias a los medios la pude encontrar, conversamos y socializamos sin dudar, no era mucho de hablar, yo era sociable sin dudar, a veces algo sarcástico al hablar, pero moderado para poder conocer mas a esa mujer.


Conversamos las tarde que podía y ella me respondía lenta como siempre, un día agotado de escribir y mirar mi hermoso desorden que tenia en aquel escritorio cerca a la computadora, donde estaban mis libros a punto de corregir, mis hojas para poder escribir mis pautas para seguir con el tema, tocaba guitarra y pues se rompió una cuerdilla, es donde decidí invitarla a que me acompañe.


Estaba extrañamente nervioso, la iba a conocer, aquella mujer que baila espectacular, claro yo tampoco no me quedo atrás, a veces dejo que mi ego se salga un poquito y después vuelvo a la normalidad, fui a recogerla, nos conocimos, hablamos platicamos mas de mi que de ella, era extraño no sabia que preguntar, pero conocerla fue genial, una chica demasiado sencilla al hablar.


Mayormente somos personas ocupadas, hablamos, conversamos genial,  no la invito a salir por curiosidad a una respuesta negativa, pero mejor seguir escribiéndole es genial, me sorprendo porque le gusta lo que hago, escribir es mi pasión y ella encantada de leer lo que hago.


Un día ella me observa de lejos, no me saludo era extraño, no se porque no lo hizo, me cuenta que me observo a lo lejos y no me pudo saludar porque no interrumpir, yo sorprendido me rió y callo.



¨La crueldad de no saludarme, porque claro creyó que me incomodaría, por eso queda declara como mi amiga la niña cruel¨

Pequeños Versos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora