The Boy -Daniel Oviedo

Capitulo 22

8 meses mas tarde

Narra Daniel

Sigo encerrado en este hospital.

Dicen que voy mejorando y todo gracias a ella. Victoria.

Desde hace ocho meses voy a terapia de grupo y ahi conoci a Victoria, una niña de 16 años muy parecida a... Bueno, a una chica.

Ella perdio a su novio hace poco mas de un año y desde entonces esta aqui.

Nos hemos hecho muy amigos.

Y voy a asegurar que no siento nada mas que amistad hacia ella.

Ahora, como todos los dias despues de asistir a la terapia vamos a mi actual habitacion del hospital.

Sigo sin hablar, aunque alguna palabra si que digo, pero se me ha olvidado como hablar.

—¿Que Daniel? —me sonrie— ¡Pronto saldras de aqui! —pega saltitos.

Yo, simplemente asiento con una pequeña sonrisa en mis labios.

—Espero que te vaya bien de ahora en adelante —me sonrie.

Y yo le devuelvo la sonrisa.

—Y, ¡a que no sabes que! —grita emocionada— He conocido a un chico, se llama Calum y... Creo que me gusta —se sonroja.

Y yo como acto de reflejo, la abrazo sintiendome orgulloso por ella.

—Ai Daniel, me espachurras —suelta una carcajada

—Tu —intento decir a lo que ella sonrie— Te —suspiro, es muy dificil —Pa...re...ces

—¡Vamos Daniel, lo estas haciendo muy bien! —grita muy emocionada

—Mu...cho a —respiro hondo— Ruth.

—¡Muy bien enano! —me abraza.
La puerta se abre dejandome ver a mi familia junto a Esther y el psicologo.

—Daniel —me dice Mathew— Hemos decidido darte el alta para ver como te va fuera del hospital, y haber si con tus amigos conseguimos dar otro paso —me sonrie.

Y yo, por primera vez le devuelvo la sonrisa.

—¡Daniel ha hablado! —grita Victoria.

—¿Enserio? —me mira Mathew asombrado —¿Y que has dicho? —me pregunta interesado.

—Se pa...re...ce, mu...cho a Ruth —digo mas rapido que antes

Mi familia me sonrie con pena.

—Muy bien, estoy muy orgulloso, si te parece en media hora sales de aqui —yo sonrio aliviado

El psicologo sale de la habitacion.

—Vamos Daniel, te ayudo a recojer tus cosas —sonrie mi madre

El mobil de Jesus suena rompiendo el silencio que hace unos segundos se ha formado.

—Enseguida vuelvo —sale de la habitacion.

Y otra vez aparece el silencio.

Esther me toca el pelo, es una sensacion agradable.

—Bueno Da...— mi madre iba a hablar pero se abre la puerta de repente viendo a Jesus con una expresion agridulze en la cara.

—Han encontrado a Ruth.

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