CAPITULO 15.

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Narra _________.

Estaba dolorida. Mi cuerpo entero palpitaba, protestando por mi desvelo. Los músculos de mis piernas estaban tiesos y ardidos, mis brazos y hasta mis pechos estaban doloridos.

—Abre los ojos, _________. Tenemos que quitar el invasor y necesitas un baño caliente. —la voz de NamJoon era firme, no tolerando ningún rechazo.

Mis ojos se abrieron y mi cabeza giró hacia él.

—¿Dejaste esa cosa dentro de mí? —dije entre dientes con incredulidad.

NamJoon arqueó una sola ceja.

—Tu trasero era estrecho, ____________. Necesita acostumbrarse a estirarse antes de que ser capaz de tomar mi miembro ahí.

Mi corazón empezó a latir aceleradamente viendo como a NamJoon se le formaba una sonrisa en su rostro.

—Ve al cuarto de baño, luego regresa aquí. Si intentas quitarlo tu misma, te ataré otra vez y te dejaré allí el resto del día.

—Sácalo primero -dije yo en cambio.

NamJoon sacudió su cabeza.-Haz como digo, __________. Tengo una razón para mis demandas, nena.

Fruncí el ceño, pero sabía que no quería experimentar la tortura de estar atada y babeando de necesidad. Y sabía que NamJoon me haría babear. Me torturaría, luego me abandonaría para que sufriera en mi excitación. Yo no estaba lista para correr ese riesgo aún, no después de anoche.

Entonces me levanté de la cama, y caminé con cautela hacia el cuarto de baño. Después de aliviar mi necesidad más apremiante, cepillé mis dientes y lavé mi cara, luego regresé al dormitorio. Mi estómago era un nudo de nervios, preguntándome como planeaba NamJoon seguir con la sensual tortura que había comenzado la noche anterior.

—Sobre tus rodillas. —el cabecero hacia la cama, estaba de pie al lado mio, desnudo y luciendo una erección que parecía un arma.

Su miembro era el más grande que alguna vez hubiera visto, casi tan grueso como su muñeca, con una hinchada y brillante cabeza que hacía mi boca agua al verlo.

Fui a la cama, asumiendo la posición que sabía que él quería, temblé mientras su mano acariciaba los cachetes de mi trasero. Sus dedos recorrieron mi trasero hasta que él agarró el invasor anal, tirando despacio, con cuidado, liberándolo de mi trasero.

—Quédate quieta —me ordenó antes de que yo pudiera moverme. —Bajo tu gabinete hay algunas provisiones personales que compré para ti. De ahora en adelante las usarás siempre que yo te diga de hacerlo. ¿Entendido?

—Sí —susurré, sintiendo arder mi feminidad, humedeciéndose mientras él pasaba sus manos por mi trasero.

—No voy a penetrarte ahora porque para ser honesto, no creo que pueda mantener mi miembro fuera de tu trasero. Pero necesito el alivio, nena.— la voz de NamJoon sonó ronca pero comprensiva, sabia que su miembro iba a doler al entrar en mi pero para eso debo estar muy preparada.

NamJoon se movió alrededor de la cama, girándome para quedar enfrentados, su miembro apuntando hacia mi boca, me lamí los labios & los abrí mientras la cabeza púrpura golpeaba contra ellos. Escuché su fuerte gemido mientras yo cerraba los labios alrededor de su miembro, tomándolo, abriendo mi garganta para esos últimos centímetros posibles.

Una de las manos de él agarró su miembro, para asegurarse de no darle más de lo que yo podía tomar. El agudo borde de dolor me hacía apretar mi boca alrededor de su miembro, mi garganta trabajaba sobre la cabeza en tanto él gritaba de placer. NamJoon no estaba dispuesto a prolongar su propio placer esta mañana. Empujó dentro y fuera de mi boca con golpes profundos y duros, manteniéndome quieta mientras él gemía repetidamente ante el placer que yo le daba. Entonces, Sentí su miembro sacudirse, palpitar y luego su esperma llenando mi boca mientras él gritaba su liberación.
NamJoon respiraba con fuerza cuando se retiró de mi boca, su miembro todavía estaba erecto, todavía listo para mi, pero él no hizo nada más.

Tᴇɴᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ «𝐍𝐚𝐦𝐣𝐨𝐨𝐧» | 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora