CAPITULO 8.

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Maratón 5/5

—Maldición, que estrecha eres, ________[tn] —La yema de su dedo se torció, acariciando las sensibles profundidades mientras yo me estiraba contra mis ataduras. —Tan apretada como una virgen. Apuesto a que tu trasero aún está más apretado.

Me calmé, temblando, viendo la lujuria, el entusiasmo que llenaba la cara de NamJoon. Su miembro era enorme, grueso y largo, y yo sabía que estiraría mi feminidad hasta que gritara por alivio. ¿Pero mi trasero? No había modo. Aunque mirando la cara de NamJoon, parecía que él hubiera resuelto el modo de hacerlo, exactamente...



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—NamJoon, seamos razonables —jadee, mi sexo apretando sobre el dedo dentro de mí, temblando por las profundas gentiles caricias que la yema de su dedo me proporcionaba. —Tu miembro no cabrá ahí. Deja de intentar asustarme.

Él sonrió. Yo sabía bien que debía creer en esa sonrisa. Sus labios se curvaron lentamente, las esquinas de sus ojos se arrugaron. Mirándome atentamente, él deslizó su dedo hasta lo más profundo de mi empapado y caliente canal y luego se movió para acostarse al lado mío.

NamJoon me miró con cuidado, como a una bestia salvaje mientras él apoyaba su cabeza en su brazo y me miraba por entre sus ojos entrecerrados. Entonces su mirada cambió, dirigiéndola a mis pezones, mis ojos siguiéndolo mientras movía su mano.

—¡No! —grité defensivamente mientras él alzaba su mano.

Me erguí. Él movió su cabeza, sus labios se lanzaron sobre mi duro, puntiagudo pezón un segundo antes de que él me propinara otro punzante golpe a los mojados labios de mi sexo.

Placer y dolor obligando a mis labios a emitir un desvalido sonido de confuso deseo mientras mi cuerpo se doblaba y empujaba contra el de él. Su lengua raspó mi pezón mientras él la chupaba, y el siguiente golpe a mi sexo fue sobre la carne que protegía mí hinchada clítoris. Mi grito fue fuerte, mi cuerpo estirándose, arqueado, luchando tanto contra el dolor como el placer mientras que yo me esforzaba por separar los dos. Estaba en llamas, mi cabeza tambaleándose en una confusa ciénaga de sensaciones. Quería rogar por más, suplicar piedad.

Otro golpe llegó a mí, su palma ubicada para golpear desde mi clítoris a mi feminidad mientras él tomaba mi pezón entre sus dientes. El dolor punzante, caliente y feroz tenía mi clítoris palpitando mientras gritaba cerca del clímax.

—Por favor.—supliqué, mi cabeza refregándose contra la almohada mientras sentía su brazo alzarse otra vez. —Por favor, NamJoon...

Un grito estrangulado abandonó mi garganta cuando un golpe más duro aterrizó sobre mí, golpeando con fuerza y fuego, haciendo arder mi clítoris, mi orgasmo alcanzando su punto máximo contra mi voluntad. Un estremecimiento atravesó mi cuerpo mientras su palma golpeaba en mi clítoris con presión suficiente para disparar mi liberación.

Entonces los labios de NamJoon cubrieron los mío con un gemido, su lengua entrando en mi boca con avaricia y hambre. Luché para acercarse, mis brazos y piernas protestando contra mi confinamiento mientras salía al encuentro de su beso con la misma voracidad, mi lengua enredada a la de él, nuestros gemidos un áspero chirrido contra mi garganta mientras sentía mi feminidad latir, mi feminidad muriéndose por más.

Me estremecí con la palpitante intensidad de mi clímax, una distante parte de mi estaba sobresaltada, asombrada de que yo pudiera responder de este modo. Fieros estremecimientos atravesaban mi cuerpo, lamían mi matriz, dejándome ansiosa, hambrienta por más... No era suficiente, necesitaba más. Mucho más.

—¿Necesitas más, ________? —gruñó él mientras se retiraba y bajaba la vista hacia mí.

Sus ojos ya no eran pacientes, estaban ardientes y hambrientos, mirándome atentamente.

—Más. Por favor, NamJoon. Te necesito —Gemí mirándolo mientras mi cuerpo se agitaba, necesitándolo, deseando tanto su miembro que hasta apenas podía respirar, mi excitación era así de intensa.

Él se movió hacia atrás, su mano subiendo entre mis muslos, un voraz gemido saliendo de mi garganta mientras sentía la espesa capa cremosa que volvía a cubrir mi carne .

—Tu sexo es tan caliente, _________ —. Su voz sonó torturada. —Tan caliente y dulce, yo podría comerte ahora mismo.






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CMendozx 

Tᴇɴᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ «𝐍𝐚𝐦𝐣𝐨𝐨𝐧» | 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora