Sorry; Derek Luh.

0.3

Ailinn

Mi madre seguía sin enterarse que estaba expulsada y tampoco preguntaba ya que a penas estaba en casa. Venía a comer y enseguida se iba otra vez.

Dormir hasta las tantas, ir a comprar ropa o incluso sacarme fotos. Esto resumió mis mañanas los dos días que estuve expulsada, pero la cosa no quedó ahí. Por lo visto tienen que firmar el papel, como supervisando que tu madre sabe la existencia de esta expulsión.

Cogí un papel a sucio y puse a falsificar o al menos intentar hacer su firma. Pero cada vez que lo intentaba de nuevo peor me salía y yo ya empezaba a hartarme.

Llevaba una hora pensado alguna forma de falsificarla más fácilmente aunque por lo que estaba tardando hubiese sido mejor el hecho de inventarme una escusa.

Entonces pensé y di con la clave. Saqué foto a alguna hoja que estaba su firma y la pasé al ordenador. Una vez que había hecho eso, coloqué el papel en la pantalla y sólo tuve que calcarlo.

Estaba creíble.

Mi iPhone me informó que me habían mandado un mensaje, Kimberly. Se me había olvidado por completo avisarla de que estos días no iba a ir a clase.

Kimberly:
Oye morena, ¿que te ha pasado? Llevo dos días sin verte.
Respóndeme,
Xoxo.

Yo:
Kimmm, me expulsaron): si, se me olvidó decirte. Pero mañana si iré. No digas nada a mi madre.
Xoxo

Lo decía como si fuese lo más normal del mundo.

Sabía que en algún momento me iba a pillar y iba a ser peor, estaba claro, pero ¿decírselo ahora? no, y menos cuando dentro de 4 semanas me voy de intercambio a Inglaterra. Nunca he mentido a nadie y mucho menos a mi madre, tampoco me habían expulsado. Tan sólo han sido esos días que mi mundo estaba del revés.

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Por fin volvía a clase, he hablado de lo bien que estuve expulsada pero la verdad es que estaba muy aburrida, que si, que estar sin clase esta bien pero para mi gusto a su debido tiempo.

Me preparé, esta vez y apuesto a que la única, iba bien de tiempo. Dejé el papel encima de la mesa, estuve mirándolo otra vez, estaba raro, ni yo misma me creía que era la firma de mi madre, la otra vez seguramente no me fijé bien y le dí el visto bueno. Pero el tiempo iba en mi contra así que lo guardé, rezando para que la profesora no se fijase.

Ya me había vestido, había desayunado y emprendía el largo viaje hasta el instituto.

Una vez que ya había llegado, vi a Kim, que estaba en la puerta con un chico, moreno, alto y con bastantes músculos, creo que se su nombre, no se muy bien. Nada mas verme, se despidió de aquel chico con un abrazo ¿amistoso? y corrió a saludarme.

- ¿Y ese chico Kim?- hablé riendo.

- El es Jack Gilinsky -dijo, entonces me acordé que voy a clase de ciencias con el-. Solo amigos Ailinn.

Y rió, creo que sus mejillas empezaban a acalorarse.

- ¿Solo amigos?-me reí porque no me lo creía-. Kimberly Savvanah Jefferson, te conozco demasiado bien.

Solo se limitó a asentir y reirse. Iba a ser un día con muchas preguntas, demasiadas.