Sorry; Derek Luh.

0.4

Eran las 10.15 y estábamos en matemáticas, creo, tampoco estaba muy atenta. La profesora nos explicó algunas ecuaciones y luego nos tocó comprobar como de atentos estábamos.

Kimberly miraba a los lados, en busca de inspiración o posiblemente a Jack. Yo miraba la pizarra intentando comprender esos jeroglíficos que tenía por letra y bueno la hoja estaba completamente vacía, solo ponía:

Ailinn Miller 2.27.2016

Solo eso. Derek me miraba, se reía y sonreía. Este chico puede llegar a ser muy siniestro a veces.

La profesora recogió nuestros exámenes sorpresa ¿adivinen mi nota? un 5,50. Parece un aprobado,pero dado mi rendimiento escolar, eso no es para mi un aprobado, es horrible.

- ¿Que has sacado? -pregunté a Kim.

Negó con la cabeza.

- Un 3,25. Me matan -respondió.

Kimberly era una muy buena estudiante, pero se distraía con facilidad olvidando el mundo, centrándose en los chicos, solo en ellos.

- ¿Vais a ir a la fiesta de John? Tiene pinta de ser la ostia -dijo Bridgit, que es una mas de nuestra pandilla.

Yo no tenía la opción de preguntarle a mi madre si me dejaba ir a la fiesta, ya que yo en esos casos hacia lo que me daba la gana. No por que quisiese, si no por que mi madre no se enteraba y tampoco tenía tiempo de hablar con ella, ya saben el trabajo.

Por parte de Kimberly, lo tenía mas complicado ya que su madre era muy estricta y no iba a dejar que su hija fuese a una fiesta plagada de adolescentes y alcohol. Pero siempre había una escusa, decirla que se iba a quedar a dormir en mi casa, eso siempre funcionaba.

- Yo iré, ,me conviene despejarme de todo- dijo Kim-. Y tu vienes conmigo Ailinn.

- Sabes que yo paso Kim, por lo menos dime, ¿que va a ver de nuevo para que sean como todos dicen, la ostia? -pregunté.

- No lo se, pero para eso voy, para comprobarlo. Insisto, tu vienes -y no admitió un no por respuesta. A veces Kim podía llegar a ser muy irrepelente.

Se me olvidaba decirlo, la directora admitió la "firma de mi madre" dijo que vale, y luego pues me fui. Todo muy normal, demasiado.

Eran las ocho y a las diez empezaría la fiesta. Estábamos dudando entre que ropa escoger. La de Kimerly ya estaba elegida, ella optó por una falda corta. Pero mi ropa todavía sin elegir. Y es que no me gustaba ninguna. Las tiendas del centro comercial se acaban y yo no estaba satisfecha con ninguna, fuimos a la penúltima y ahí fue cuando estuve segura de todo. Decidí unos shorts negros acompañado de una blusa blanca y unos tacones.