A María le están matando los nervios, en tres días se marcha otra vez a vivir a Noruega. Por lo tanto hoy viernes le espera un día movidito; tiene que ir al instituto, despedirse de sus compañeros, vamos de todo el mundo en general, y preparar las maletas para el viaje.
Són las seis de la mañana y suena su despertador del móvil con esa melodía que tanto llega a odiar, cada día se pregunta lo mismo: "¿Por qué tenemos que empezar a las ocho el instituto? Con lo que me gusta a mi dormir..." Pero no se puede quedar en la cama mucho más tiempo porque vive bastante lejos del centro de la ciudad donde se encuentra el infierno así que se levanta, coge el ordenador que dejó ayer por la noche cargando, lo guarda en su funda y lo mete en la mochila. Directamente se va al armario y coge unos vaqueros de tiro alto ajustados y una sudadera corta, con la que se supone que se tiene que ver el ombligo pero los pantalones se lo tapan, en la izquierda hay el monito de los ojos tapados de WhatsApp. Se pone las AirMax y se dirige al baño. Cuando se está peinando se fija de que tiene el pelo más largo de lo que era consciente más o menos a media espalda. Se lava la cara y se cepilla los dientes, coge su neceser de maquillaje y con el corrector se corrige un poco las imperfecciones de su cara, luego se aplica una base de su tono de piel, un poco de rímel y un labial rosa pastel, no le gusta maquillarse mucho pero tampoco le viene mal arreglarse un poco.
Su padre le está esperando para llevarla a la escuela en coche, y luego él se va a trabajar, trabaja como administrador y lleva nueve años en este trabajo, es por eso que se mudaron a Galicia, pero tienen que volver porque no están a gusto.
- Buenos días papá – dice bajando por las escaleras mientras se pone la chaqueta.
- Buenos días María, por fin viernes – saluda su padre.
- Pff pues sí la verdad, ya era hora, esta semana se me ha hecho eterna... - dice poniendo los ojos en blanco.
- ¿Mañana irás a equitación? – pregunta.
- Solo con una condición – se le escapa una risa.
- Uff tus condiciones me dan miedo, haber dime, pero antes tira pal coche si no quieres llegar tarde a tu último día de instituto aquí en Galicia.
- Vale voy – dice cogiendo una manzana del frutero de la cocina y dirigiéndose al coche – la condición es que allí en Noruega pueda seguir montando a caballo... - esboza una sonrisa – porfi – dice una vez que el coche ha arrancado y vuelve a sonreír.
- Bueno eso ya lo veremos, pero de momento sí. –cuando Ismael acaba la frase María se pone a gritar por el coche.
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No quiero chatear, quiero verte. (Pausada)
RomanceSe conocen por Facebook, se hacen muy amigos: forman un grupo. Dos chicas, dos chicos; esto no puede acabar en una simple amistad, o sí. Alex, Hugo, María y Elena unos jóvenes de quince años normal y corriente, pero como no, hablan con gente descono...