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Han pasado 3 horas, es decir, las 11 de la noche, y los gemelos deciden caer en sueño.

En la madrugada Thom despierta inquietamente agarra una linterna que tenía debajo de su cama, se levanta y va en busca del libro luego de encontrar el objeto se pone en el suelo de su cuarto  a lado de su cama y abre lentamente el libro, prende la linterna y sale una luz tan potente que hasta ciego quedaría uno.

Thom intenta leer atentamente la primera página, las letras eran hermosas y perfectas tan antiguas escritas de tinta negra cuya página decía:

Dos pequeños amigos de 10 años, jugaban en la Isla menos poblada del continente Europia, aquella hermosa isla contenía el mar más azulado y brillante que ningún otro.

Estos niños eran la unión del agua y la arena. Siempre jugaban en días de olas enormes pero no tanto como para terminar en cadáver. Era perfecta su amistad.

Pasaron los años y ambos niños se convirtieron en hombres, y seguían siendo el agua y la arena. Se juntaban en un pequeño bar para conversar cosas de sus vidas.

Un día en el bar San Marea, al señor Esteve Sainz tuvo una accidente en su pierna y por medio de eso tuvo que ir de la Isla un tiempo para curarle, mientras tanto su amigo Kylan Beer se quedó en ella, esperando días y noches por su amigo.

El día en que regreso Esteve Sainz, no tenía la pierna fue remplazada por una pata de palo, Kylan recibió a su amigo en brazos ambos felices en su encuentro, después de meses sin verse.

-Cuanto tiempo Esteve- dijo Kylan.

-Amigo mío, ya extrañaba esta Isla- miraba alrededor del lugar.

-¿Cómo te fue?- pregunto Kylan.

Rápidamente el amigo cambio el rostro por uno serio, pudo que algo sucedió en el tiempo que se mantuvo en la Isla más poblada, que es en donde Steve y Kylan deciden viajar cada fin de semana.

-¿Te sucede algo? – pregunta preocupado Kylan.

- ¡No quiero regresar jamás a la Isla Ducan!- responde molesto.

- Esta bien no volveremos hablar nunca de eso-

- Amigo, perdóname por gritar-

- No te preocupes, vamos al bar para relajarnos-

Ambos camaradas se fueron a su paraíso.

-¡Hey! Que sorpresa, ¿cómo has estado Esteve- dice el dueño del bar.

- Hola, Sandeo -

- ¿Cómo está tu pierna?-

- Fue remplazada por una pata de palo-

- Oh, bueno no esta tan mal-

- Sí, al menos tiene para guardar un cuchillo- ambos terminan riendo.

- Bueno, vengan a disfrutar sus tragos- se va el dueño del bar.

Seguidamente, los camaradas toman y se relajan mientras cuentan sus historias de niños, eran la mejor amistad del mundo, todo el pueblo los admiraba por su camaradería, se llevaban tan bien que en cualquier situación terminaban apoyándose  el uno al otro, pero siempre tendrá que ver algún obstáculo que los separa y eso pronto llegaría.

Página 2:

Después de dos semanas, el pueblo fue infectado por un virus, y lamentablemente las personas sabias no sabían cómo detener aquel virus, las dos camaradas decidieron hacer lo posible para buscar una solución preguntando a todo sabio del poblado, hasta que uno dijo: ¨Yo sé quién nos puede ayudar, el viejo Abad¨.

El libro del TesoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora